Una de las propuestas más perturbadoras que pudo verse este año en la sexta edición de "El Cruce, Festival de Artes Escénicas Contemporáneas"; fue sin dudas Cigarrillo 43, del Grupo "Fet-a-má", dirigido por Graciela Casanova. Más allá de la línea estética y de lo arriesgado de este proyecto, lo perturbador está dado por el verdadero trabajo en soledad de su directora, una creadora y docente local con una sólida formación profesional. Formadora de formadores, didacta de la pedagogía artística y directora de puesta en escena, Casanova se desempeña en la actualidad como docente en el Instituto Superior del Profesorado de Educación Física Nº 11, el Instituto Provincial de Expresión corporal y Danzas y en la Escuela de Teatro y Títeres, todas de la ciudad de Rosario.

En el año 1976 se radica en Europa, perfeccionando estudios con la coreógrafa inglesa Kate Duck, el escritor Joan Brossa, el dramaturgo Sanchis Sinesterra; integrando durante tres años la compañía del emblemático "Odin Theatre", de Eugenio Barba y realizando suplencias en uno de los grupos más renombrados de Europa; los catalanes de "Comediants".

En el año 1978 funda en la ciudad de Barcelona junto al actor argentino Fernando Griffel, la "Casona de Alcolea", centro de investigaciones teatrales que conduce hasta el año 1986, año en que diseña, crea y coordina junto a la bailarina Sonia Klamburg, "Area", espacio de Danza, Teatro y Circo hasta su retorno a Argentina en el año 1994.

Por su parte, el Grupo "Fet-a-má", cuyo nombre proviene de la lengua catalana y significa "Hecho a mano", se crea en Barcelona en el año 1984 con artistas de variadas disciplinas: bailarines, cantantes, gimnastas, actores, pintores, escritores, arquitectos y fotógrafos.

Entre sus producciones pueden señalarse "Fluido" (1985), performance para la Inauguración de la plaza de Trenes "Países Catalanes"; Vitrales (1986), una producción para la Televisión Española; "La nina" (1992); "Azul agua" (1993); "Percantas" (1993-1994) y en 1995 sus puestas en escena fueron la base de una Muestra del fotógrafo Carlos Monegal en la exposición fotográfica internacional "Primavera fotográfica de Barcelona". Ya en Rosario en el año 1997 reciben el Premio Mención Concurso de Proyectos Area Teatro de la Secretaría de Cultura con la poética "No son tomates porque no son rojos" y este año finalmente estrenan en El Cruce su último trabajo Cigarrillo 43.

"Esta propuesta estética nace -según su creadora- de años de investigación y experimentación sometidos a prueba en puestas en escenas, performances y eventos diseñados con o para otras disciplinas artísticas que hoy se designa como escritura corporal y que se ubica en la intersección o quizás en la puesta en crisis mutua del teatro y la danza".

Casanova retoma un tema que se ha revitalizado en los últimos años en el campo de las artes escénicas y que tiene que ver con el corrimiento de las fronteras entre la danza, el teatro, la expresión corporal y todas las áreas donde la investigación estética fusiona y tensiona sus cuerdas. "Cuando me refiero a intersección, lo hago no como un cruce o fusión que diera por resultado un híbrido, sino más bien, como dilución de algunos límites, que abren sus fronteras para dar paso a la duda, a la sospecha. Se trata de una alteración de las normas tradicionales de construcción hacia una estética desconstructiva, de sustracciones, de disyunciones, de desarticulaciones, que admite en su seno la irreverencia de la contradicción, el desbasamiento de los edificios del fundamentalismo y de las categorías heredadas del gusto, la belleza, el estilo, para reinstaurar en la mirada del otro el hacer de lo vivo, de lo sensible, de lo hedónico".

Casanova retoma en esta producción otra de sus obsesiones: Los juegos infantiles, este juego que es universal y que adopta otros nombres como Escondite Inglés o Pollito Inglés, permite múltiples lecturas escénicas y se adentra en cuestiones que van de lo íntimo a lo social.

Para los más memoriosos, en el Cigarrillo 43, un jugador da la espalda a otros que intentan tocar la espalda del primero para ocupar su lugar, mientras el que está de espalda repite el estribillo: "Uno, dos y tres.... escondite inglés, sin mover los pies", se da vuelta y controla a ver quién está todavía en movimiento.

En la lectura que hace de este juego; la creadora y directora del Grupo "Fet-a-má"; plantea que "no se trata de la tradicional escondida donde uno se esconde de alguien, sino de avanzar, de mostrarse, de ser visto, de exponerse, a costo de quedar paralizado bajo la mirada del otro. Se trata de volver visible, restituir a los ojos del hombre la poesía material y mortal de nuestro mundo, que no es sólo asunto de palabras sino también gesto, mirada, presencia, materia sonora, voces, palabras, plegaria, disposición de los objetos y de los cuerpos en el espacio".

En "Cigarrillo 43" se tiene en cuenta fundamentalmente la mirada del espectador como reformuladota del trabajo de los actores: "Es una propuesta poética anclada a una ética humana que se perfila desde tres dimensiones. La mirada sobre el mundo, la relación con el espectador y los modos de producción y creación".

La puesta en escena avanza con un ingenioso dispositivo basado en la "manipulación de embalajes vacíos, cajas de cartón con marcas comerciales en prolijas letras de moldes acabados, que se construye y deconstruye, que se ordena y se desordena".

El espectáculo que dirige Casanova respira un aire fresco en relación a las viejas concepciones que conciben al espectador como un ente pasivo frente a la creación de los hacedores de sentido.