Con un origen menos ambicioso que el que actualmente marca al proyecto, el sitio www.sonidosderosario.com.ar nació a partir del desarrollo de una línea artística para FM Aire Libre, donde Adolfo Corts trabajó durante cinco años. Impulsado por el slogan "Estamos cerca, hacemos radio", Corts comenzó a tomar registros sonoros de diversas situaciones urbanas, en lo que serían los primeros pasos para la generación de un banco sonoro único en el país. En diálogo con Rosario/12, el impulsor del espacio detalló los procesos que derivaron en la creación de una propuesta novedosa que, con el correr del tiempo, irá ganando valor antropológico.

"A partir del trabajo para la radio, entre el 2001 y el 2003 se tomaban sonidos en donde no había demasiada participación de gente. Por ejemplo, cuando entraba la moneda a la caja del bondi, o el secador de un baño público. Desde ahí arrancan los primeros sonidos, era algo más de ombligo. Como poner un micrófono dentro de una heladera a ver cómo suena, o grabar cómo se escucha un supermercado si ponés un micrófono en un armario. Era algo más minimalista. Después lo empezamos a abrir, pero no estaba en mi noción armar un banco de sonidos. En un primer momento estaba pensado sobre esa idea del slogan de la radio", recordó el mentor del proyecto.

De esa manera, la transformación se fue dando a partir de la acumulación de registros sonoros, algunos de los cuales formaron parte de un compacto editado por Corts en el 2005: "Había un registro de un par de años con cosas que pasaban en la ciudad, sonidos de motores, de personas trabajando, marchas, manifestaciones, algo de fútbol. Una vez que salió el Cd había mucho material más dando vueltas, pero el Cd se acotaba en la venta para 40, 60, cien o doscientas personas. Eso marcó otro salto, porque nos instalamos en la red".

Sin embargo, antes de la creación del sitio Sonidos de Rosario se establecieron ciertas pautas. Por caso, los archivos sonoros pueden ser descargados en forma gratuita y utilizados para usos educativos sin fines de lucro, nunca con objetivos de uso comercial. En paralelo, el equipo de trabajo se fue ampliando, y hoy se nutre de la labor de Diego Colomba (producción de textos), Griselda Cardozo, Eduardo Maino, Víctor Zapata, Aurora Peña y Gustavo Ricordi (colaboración sonora), Celeste García Esponda (colaboración general), Luciano Ominetti (animación y diseño) y Alejandro Crespo (web), más la dirección del propio Adolfo Corts, quien retomó el relato para graficar el crecimiento del proyecto: "A partir de mitad del 2004 ya empezamos a tener un registro diario, con un equipo de colaboradores trabajando. Entonces alguien se quedaba un minidisc por una semana e iba grabando cosas de los lugares por los que transitaba, o se lo llevaba otro a su trabajo. Así empezamos a generar salidas cotidianas, con dos, tres o cuatro horas registrando lo que pasaba en la ciudad".

Sosteniendo esa metodología inicial hasta el día de hoy, el proceso se completa con el vuelco de los registros a una PC, para luego clasificar y seleccionar los archivos. Realizado un almacenamiento a modo de backup, el equipo selecciona fragmentos que van desde 20 segundos a un minuto de duración, los cuales se masterizan y se cuelgan en la web. En medio de ese proceso, toda participación de los responsables de realizar los registros es eliminada, hecho que se condice con la finalidad de un grupo que no pretende obrar como protagonista, sino como testigo objetivo. "Siempre estamos afuera de lo que está pasando, ésa es la idea --resaltó el director--. Alguien se queda parado para registrar lo que está ocurriendo en ese momento. Intervenir no tiene sentido, y lo que estamos haciendo con eso tiene que ver con no crear un espectáculo de lo que se graba, ni jugar con lo morboso o tener actos de mala leche. Hay grabaciones que pueden comprometer a alguien, y eso se elimina. Por ahí jugamos con lo más simbólico".

Mientras tanto, con el tiempo el espacio logrará valor histórico. "La utilización de algunos audios va a tener otra escucha de acá a cinco, diez o veinte años", reconoció Corts respecto al proyecto que, ya en esta primer etapa, cobra carácter de inédito en la ciudad y, al menos si se remite a una presencia en la web, en el país todo. Asimismo, y exceptuando a las hemerotecas o cierta existencia, mínima, de archivos televisivos, son pocos los registros de situaciones que pueden encontrarse en la ciudad, según resaltó el mentor de Sonidos de Rosario: "Con el tema de los audios no hay casi laburos hechos de registros cotidianos en Rosario, y en la Argentina me parece que tampoco, al menos subido a la web no hay nada".

Por lo pronto, el equipo no se detendrá a pensar en ello, y continuará con su proceso de registro incesante: "Hacia donde vamos es a seguir grabando todo el tiempo la ciudad, y si pasa algo interesante incluirlo en el sitio, que actualizamos mes a mes. Sí me parece que vamos a trabajar más que nada con las cosas que van pasando cada mes, incluyendo alguna perla que tenga que ver con una noticia. Si cerró La Buena Medida, por ejemplo, recuperar un audio que se relacione con eso".

En un futuro, el espacio podría convertirse además en receptor de registros tomados por los propios rosarinos, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos que tengan que ver con no comprometer a terceros, que posean buena calidad y un valor histórico. Aunque el grueso del archivo seguirá engrosándose a partir de la labor de un equipo de trabajo interdisciplinario. "A las tres de la mañana en la peatonal se escuchan gorriones y ventiladores, pero no pensamos en eso desde lo teórico. Y como no le damos mucha bola a los libros, hay cosas que son azarosas, y eso nos interesa", concluyó Corts, mentor del novedoso espacio virtual.