Entre un clásico internacional con tres décadas de vigencia como UB40 y los bien conocidos de Cielo Razzo (nacidos y criados en Rosario), el grupo mexicano Kinky asoma como la principal novedad (e incógnita) para el recital "Personal en Vivo", que se desplegará esta noche en el Anfiteatro Municipal del Parque Urquiza. Integrada por Gilberto Cerezo (voz principal, guitarra y DJ), Ulises Lozano (teclados y rogramación), Carlos Chairez (guitarra), Omar Gongora (batería y percusión) y Cesar Pliego (bajo), la banda surgió en Monterrey, una ciudad del noreste azteca y capital del estado de Nueva León. Si Kinky tiene una receta para el éxito, es la fusión de distintos ritmos sobre una base electrónica que pocas veces está ausente de sus canciones. Y nada mal les ha ido: llevan grabados tres discos Kinky en 2002, Atlas en 2004 y Reina el año pasado, usicalizan películas de Hollywood --la más difundida, Hombre en llamas con Denzel Washington-- y realities de la MTV ("Dance Life" de Jennifer López) y, desde hace poco con base de operaciones en Los Angeles, están de gira permanente por América y Europa. "Habrá mucha energía, esperemos que los rosarinos bailen mucho, que se muevan", anticipó sus expectativas para esta noche el guitarrista Carlos Chairez, en diálogo con Rosario/12.

--Siempre es odioso pedir que lo hagan los propios músicos, ¿pero cómo definirían su lo que hacen, "el estilo Kinky"?

--Para nuestro grupo no hay una definición hecha y derecha, nos manejamos con un formato ecléticto, tratando de tomar lo mejor de cada cosa y así hacer lo nuestro. En esa línea, hemos logrado fusionar ritmos como nunca imaginamos que podía suceder. Si bien tenemos una base casi siempre electrónica, nuestros ritmos tienen influencias de jazz, de ritmos latinos y algunos detallitos regionales de México.

--¿El sonido Kinky en vivo presenta variaciones respecto al que se escucha en las grabaciones, por cierto muy elaborado?

--Sin dejar de lado la base de las grabaciones, Kinky en vivo se convierte en un concierto de rock. Si bien los discos se escuchan más orientados a la electrónica, somos una banda de cinco que hacemos ruido en el escenario.

--En sus discos mechan tanto temas en castellano como en inglés, ¿eso tiene que ver con una influencia cultural o es una herramienta para penetrar el mercado de Estados Unidos?

--Esa cuestión ha sido muy inconsciente para nosotros. Cuando comenzamos a experimentar, asumimos que en Monterrey estamos rodeados de una cultura muy bilingual, por la cercanía con Estados Unidos. Y no solo es la música que se puede escuchar en la radio, acá en nuestra ciudad el inglés se lee en las calles, en los restaurantes. Y muchas veces al pensar una idea se lo hace en inglés, se trabaja sobre ese concepto. Creo que la cuestión de lo bilingual la hemos manejado con mucha libertad y apertura, sin fijarnos si la canción va a tener una u otra lengua. La cuestión es que la idea se transmita como viene.

--En su momento fue Café Cuba, luego Molotov, ¿ustedes se consideran como la actual vanguardia musical del rock mexicano?

--No sé si el nuestro fue como el rumbo natural que fueron tomando antes algunas bandas en la escena musical de México, pero de inicios a nosotros nos gustó la experimentación. En Monterrey no nos era muy concebible hacer una banda como para sonar como otra banda en español. Por eso buscamos un sonido que suene a que eres tu, un experimento que te haga sentir realmente lo que vas a tocar. Para nosotros, sonar como sonamos ha sido como un proceso natural.

--Si algo les faltaba para ocupar un lugar en la escena del rock latino fue su participación en el reality show de Jennifer López para la MTV, donde se pasaron ocho temas de su último disco, Reina...

--Afortunadamente es una de tantas oportunidades que se le ha dado a nuestra música en cuestiones visuales, ya que también participamos de películas o anuncios publicitarios. Para nosotros siempre ha sido bien positivo que la música se tome tal cual es por cualquier medio. Lo importante es que se difunda, cualquiera sea la oportunidad. Y a Jennifer no la conocemos personalmente, esto se dio a través de contactos con los productores de los programas; muchas veces tocas con personas que no las llegas a conocer, como sucedió en este caso.

--Después de sus actuaciones en 2003, ¿cómo están viviendo su segundo visita a la Argentina?

--De lo mejor, como todos sabemos los argentinos siempre son muy festivos, dar un concierto aquí es como ir a un partido de fútbol. Y nos impresiona que mucha gente canta las canciones y baila en nuestros shows. Siempre nos han recibido con los brazos abiertos.

--¿Qué pueden esperar entonces quienes asistan al show de esta noche?

--Mucha energía, van a ver un show de cinco músicos que tratan de experimentar y hacer siempre una presentación diferente. No porque seamos electrónicos nos limitamos a un tiempo y una estructura, con los samplers tenemos maneras de improvisar las canciones. Entonces cada show es diferente, siempre nos genera una expectativa, y esperemos que los rosarinos bailen mucho, que se muevan.