Despojada de las vestiduras impuestas por la parafernalia característica de los reality shows, Juliana Ruiz encontró en Desnuda la posibilidad de expresar su verdadero sentimiento artístico. Ligándose allí a géneros como el blues o la bossa nova, la cantante apeló a una sonoridad acústica para dar vida a una placa en la que sus propias obras se mezclan con reversiones de autores como Gardel, Spinetta, Calamaro, Virus o Serú Girán. Presentado en mayo en La Trastienda, el disco la llevó a recorrer diversos escenarios, incluyendo entre ellos el de Obras Sanitarias, donde formó parte de la programación de cierre del festival Pepsi Music. Esta noche, Ruiz estrenará esa misma creación en Rosario, cuando a partir de las 23 se presente en el Bar Olimpo junto a Ignacio Abad en teclados y Alberto Merino en percusión.

Precisamente, en su diálogo con Rosario/12 Ruiz destacó la importancia de que su visita a la ciudad pueda generarse en un recinto como el de Corrientes y Mendoza, teniendo en cuenta las cualidades musicales de su propuesta. "Estamos haciendo cosas tranquilas, es una propuesta acústica, muy jazzera, entonces el tipo de lugares donde lo hemos presentado fueron muy cálidos, donde el contacto con el público es muy directo. También se puede hacer en un escenario como en Obras, pero para mí donde más luce es en un espacio más íntimo", definió.

Sin embargo, la cantante no reniega de los desafíos que implica una puesta de mayores dimensiones, como la que trasladara al mítico Obras porteño: "Me encantó tocar en el festival. De los shows del año, aparte del de La Trastienda, fue uno de los que más disfruté".