Si bien la esencia punk que marcara su extensa trayectoria sigue presente, en los últimos años Attaque 77 ha comenzado a transitar caminos paralelos. Y mientras que el espectro musical se ha diversificado, el cuarteto que conforman Ciro Pertusi (voz y guitarra), Mariano Martínez (guitarra y voces), Luciano Scaglione (bajo y voces) y Leo De Cecco (batería y coros) ha encauzado sus líricas hacia un terreno delimitado esencialmente por la crítica social. De esa manera, la banda se ha establecido como la catalizadora del contexto para las nuevas generaciones, hecho que se ve ratificado en Karmagedón, el disco con el que mañana desembarcarán en el Galpón 11 de Sargento Cabral y el río (escenario seleccionado en reemplazo del Anfiteatro Municipal, a partir de los pronósticos de mal tiempo), donde a partir de las 20.30 All the Hats oficiarán de teloneros.

Iniciándose con el punk primigenio de "Ejército de salvación" --que se repetirá en "Fiebre de sábado" donde además el escepticismo propio del género se convierte en crítica de las modas versión Siglo XXI--, la última placa de los Attaque 77 pronto demuestra que el grupo continúa por el camino de la amplitud genérica, y el segundo track, "Cartonero", derrumba la teoría del retorno absoluto a las fuentes con una combinación ska--cuarteto, inédita para la banda. Esa suerte de fox﷓trot country de "Horno!", el pop﷓rock que aparece en "Buenos Aires en llamas" (corte de difusión del disco) o la balada de neto corte pop "Frente al espejo" sirven como ejemplos para ratificar la desaparición de posibles rótulos.

En diálogo con Rosario/12 Luciano Scaglione (responsable de la voz principal en el tema que da nombre al disco) se refirió respecto a las nuevas incursiones musicales del grupo: "Esa apertura no es algo que uno se propone, sino algo que sale, y es lo que determina la honestidad para con nosotros. El mejor ritmo para contar la historia del cartonero es un ritmo popular, entonces está ese cuarteto que obviamente está aggiornado y matizado con el sonido de Attaque. Después obviamente nuestra raíz básica es el punk, con las guitarras distorsionadas, y eso no lo vamos a perder nunca, porque sería perder la característica principal de nuestra personalidad musical".

"La música trata de entretener el espíritu, de emocionar, tiene que ver con los sentimientos y no con racionalizar algo, ponerle un título y guardarlo en una caja --agregó el bajista--. Muchas veces hay actitudes `punk` de parte de nuestro público que está encerrado en una campera de cuero y todo aquel que no repita ese uniforme es un hereje o digno de discriminación. No nos gusta eso, ni siquiera en algo tan tonto como la ropa o un par de zapatillas, y mucho menos en la música. Cuanto más tiempo vas pasando en esta tierra, y más cosas vas viendo en esta vida te das cuenta de que muchas veces te preocupaste por un montón de situaciones que no se lo merecían, que no tenía sentido depositar tanta energía ahí. Entonces en nosotros hay una suerte de despojo y de relax con respecto a un montón de cosas que tienen que ver con el camino transitado".

El camino transitado al que hace referencia Scaglione incluye además un vuelco deliberado a líricas que se centran en los relatos sociales, aunque los intereses del grupo también se relacionan con cierto espíritu positivista: "Creo que a veces uno se siente obligado, por el lugar y la llegada que tiene, a decir las cosas. Justamente lo social, y todo lo que hemos vivido en estas latitudes latinoamericanas hacen que sea importante que las generaciones que vienen atrás nuestro sepan lo que sucedió, para que justamente la memoria sea un antídoto para que no vuelva a suceder. Eso lo hacemos y lo seguiremos haciendo".

"Por otro lado -dijo- en el disco también conviven el amor, la alegría. De hecho en Karmagedón lo que queremos gritar y decimos, también está matizado con la cuestión optimista. Ese es nuestro modo de luchar y de aportar algo vital a la situación. Si bien está todo mal, y el nombre del disco es Karmagedón, que hay un montón de cosas de mierda del ser humano y que vemos día a día en todos lados, el hecho de plantarse frente a eso para nosotros es haciendo un disco. Y hacemos lo que podemos, no somos poetas o escritores, y el rock tampoco se caracterizó por eso".