Tras dos nuevos asaltos que se produjeron en colectivos de las líneas 115 y 35/9, la secretaria de Servicios Públicos municipal, Clara García, descartó la idea de que personal policial custodie las unidades del Transporte Público de Pasajeros. "No hay consenso para que haya un uniformado a bordo de cada colectivo", indicó la funcionaria a Rosario/12. García sí está a favor de continuar realizando "patrullajes acompañando algunas zonas que son conflictivas, o que estén ubicados en un lugar fijo cercano a determinados lugares donde el colectivero sepa que puede apretar el botón de pánico". Por otra parte, la funcionaria recordó que "los hechos violentos se han reducido a la mitad desde que se trabaja en conjunto entre las fuerzas policiales y federales".

A pocas horas de levantarse el paro que mantuvieron desde el pasado domingo los choferes de la empresa La Mixta, luego de que un trabajador de la línea 112 recibiera un balazo en una de sus piernas durante un intento de asalto, la titular de la cartera de Servicios Públicos volvió a descartar cualquier posibilidad de subir efectivos policiales a las unidades del transporte. "No planteamos que haya uniformados armados a bordo de los colectivos porque también podría ser una situación que genere algún peligro mayor", aseguró García.

Sobre este tema, el concejal Jorge Boasso (UCR) reflotó su proyecto para que efectivos policiales de la Unidad Regional II controlen en horarios nocturnos y de manera rotativa, las líneas de colectivos que circulan en la ciudad. Según planteó en su iniciativa el edil radical, el personal policial deberá estar presente en cada línea de colectivo por aproximadamente 30 minutos y luego deberá descender y ascender en otro colectivo. El proyecto establece que este proceso de control deberá realizarse en forma aleatoria y en varias líneas de colectivos de distintas empresas y con distintas zonas de recorrido.

La funcionaria, en cambio, manifestó que la idea es mantener los denominados patrullajes. "En algunos casos hay acompañamiento de móviles policiales, en algunas zonas que han demostrado ser muy peligrosas, o una patrulla en algún lugar fijo, si el chofer tiene un problema puede apretar el botón de pánico o eventualmente pasar por un lugar donde sepa que haya presencia policial", precisó García, quien además se refirió al hecho que "aleatoriamente suban a bordo del colectivo para ver que todo está bien, que revisen algún equipaje o algo sospechoso, pero no el hecho de tener un uniformado a bordo de cada línea", subrayó García.

En las últimas horas se conocieron dos nuevos robos a colectivos. Uno de los asaltos se produjo el lunes alrededor de las 19, cuando cuatro personas subieron a un interno la línea 115 en la parada del complejo Village, y luego de amenazar con un arma de fuego al chofer y los pasajeros se escaparon con lo que consiguieron robar. El otro asalto ocurrió ayer por la mañana en un colectivo de la línea 35/9 perteneciente a la empresa Rosario Bus.

La titular de la cartera de Servicios Públicos municipal señaló que de inmediato se comunicaron con dirigentes de la UTA. "La instancia de trabajo en conjunto con las fuerzas de seguridad abre el camino a seguir controlando estos casos, que en realidad en algunas líneas bajaron a menos de la mitad, lo cual no quita que alguna situación como ésta vuelva a producirse", concluyó García.