Héctor Darío Bustos, el militante social de 36 años que denunció su secuestro y tortura a mediados de diciembre en la ciudad de Venado Tuerto, en el sur provincial, estuvo ayer en la Secretaría de Estado de Derechos Humanos, en Rosario, para dar el testimonio sobre los días de su cautiverio. Bustos no quiso declarar ante el juez de Instrucción Hugo Perassi (su madre explicó que el secretario del juzgado tiene relación con la gente que lo amenazó, persiguió y secuestró y que lo vincula a un funcionario de la Municipalidad venadense). Una de las hipótesis sobre lo sucedido tiene relación con la pertenencia del militante social al sector que lidera el secretario general de la CGT de aquella ciudad, Juan Viano, enfrentado con el del intendente Roberto Scott y no deja afuera a las fuerzas policiales. El juez Perassi se declaró incompetente y la causa pasó a la Justicia Federal que deberá resolver sobre la actuación. El lunes el subsecretario de Derechos Humanos Alfredo Vivono derivará el testimonio que recibió ayer al ámbito judicial que corresponda. Bustos no tiene todavía abogado y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre dijo que lo respaldará jurídicamente.

Bustos llegó a la sede en Rosario de la Secretaría y allí estuvo por más de tres horas cuando fue atendido por el subsecretario Alfredo Vivono y los profesionales del área jurídica. Hasta ahora y después de lo ocurrido el 13 de diciembre pasado alrededor de las 10 y media de la noche, el momento que señaló como el de su secuestro, no quiso declarar ante la Justicia. En Rosario hizo un relato del momento y las circunstancias a partir de las que estuvo desaparecido durante 13 días y de los tormentos por los que pasó -golpes, picana, quemaduras varias, entre ellas la de una cruz esvástica en su pecho- elementos que el lunes Vivono presentará ante la Justicia que resulte competente. El juez provincial de Venado Tuerto Hugo Perassi que había dicho a Rosario/12 que "en doce años de carrera no había visto un caso así" caratuló el expediente como "torturas" pero luego se declaró incompetente y pasó la causa al fuero federal de Rosario que deberá decidir si interviene en la investigación.

El juez Perassi citó a declarar a Bustos en varias oportunidades pero el hombre se negó a concurrir a la sede del juzgado y ayer solicitó asistencia psicológica y patrocinio legal ante la Secretaría de DDHH.

Nélida Caseri, madre de Bustos, lo acompañó en todo momento aunque los dichos de ambos no coinciden en todo. Ella dijo en declaraciones a LT8 que exigirá que el Estado investigue porque "en la mesa de tortura se trató de obtener información de presidencia de la Nación y de la organización Abuelas (de Plaza de Mayo)...Ellos (por los secuestradores) tenían la sospecha, ya que mi hijo viajaba y frecuentaba presidencia de la Nación, más precisamente la secretaría general, que él tenía información... Le preguntaban sobre la forma de investigación para la búsqueda de bebés ya que él pertenece a la red relacionada con Abuelas. La tortura no fue la venganza de una esposa enojada o de una crisis, es evidentemente política".

Caseri dijo a Rosario/12 que su hijo estuvo secuestrado en lo que "debe ser un ex centro clandestino de detención....Lo tenían en una habitación chiquita donde le ponían la comida en el piso, lo llevaban a la sala de tortura donde tenían picana y elementos calientes con los que lo quemaban y cuando llovía lo dejaban todo el tiempo al aire libre en un pequeño patio".

La madre de Bustos dijo que su hijo no puede declarar ante el juez Perassi porque tiene temor ya que "su secretario está relacionado con la gente que le hizo esto". Ella se refiere a Juan Vidal, así lo nombra, como integrante del gabinete del intendente Roberto Scott y de quien dice que durante la dictadura "participó en la desaparición de personas y que así lo denunció su Héctor en noviembre pasado ante la CONADEP" (Sic).

La falta de declaración de Bustos ante la Justicia complica el panorama por la cantidad de elementos y datos que menciona en distintas oportunidades junto a su madre, pero no hay todavía investigación alguna sobre un hecho que aparece con las formas y señas del terror.