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Los que quieren adelgazar. Los que desean engordar. Las que tienen pocas y esperan la solución en siliconas. Las que por mucho pretenden la cirugía sí o sí. Los que viven en España y quieren volver. Los que están en Rosario pretendiendo vivir en Barcelona de una buena vez.

Los gerentes que quieren ser dueños. Los dueños que volverían a tener un empleo fijo y no hacerse problemas por el banco.

Las que trabajan y quieren estar en casa. Las que se hartan del hogar y buscan un empleo desesperadamente para hacer algo.

Los que tienen esposa y quieren amante. Las que tienen amante y quieren novio. Las que tienen marido y quieren novia. Los que tienen esposa y pretenden novio. Las que tienen amante y quieren marido. Las que tienen marido y quieren joda. Las que están de joda y quieren estufa. Los quetienen abrazo y quieren más. Las que tenemos abrazo y queremos tiempo.

Los que quieren entrar al Poli. Los que urgen por salir del Poli. Los del Normal 2 que hace desde chicos que van. Los de la Belgrano que quieren ser alumnos del Normal 2 así tienen hasta terminar la escuela.

Los que siguen medicina queriendo seguir letras. Los que se recibieron de licenciados en letras y piensan porqué no le dieron bola al padre y

estudiaron ciencias agrarias. Los farmacéuticos que se encierran en la

botica. Los camioneros que quieren tener un comercio fijo cerca de casa.

Los varones que han nacido en cuerpo de mujer y las mujeres nacidas en cuerpo de varón. Los varones que tienen rol de mina y las minas que tiene rol de padre.

Las lesbianas que quieren tener hijos y las lesbianas que odian a los chicos. Los hombres que hacen de madre. Las madres que hacen la vista gorda.

Los marineros que desean la tierra y los portuarios que desean hacerse al mar.

Los que se quejan porque la ciudad aturde con pitos y timbales. Los que viven en el campo y desean fervientemente aturdirse. Los que van al parque por el tren fantasma y los que van al mismo parque a darle de comer a las palomas.

Los enfermeros del hospital que quieren ir al dispensario y los del

dispensario que quieren volver al hospital por la monotonía del dispensario.

Los que trabajan de lunes a viernes y los que trabajan sábado y domingo, ambos bandos creyendo que es lo mejor.

Los que están en la caja y quieren ser mozos y los mozos que pretenden la cocina, y el cocinero que quiere ser gerente y el gerente que quiere irse del hotel.

Los integrantes de la familia que ruegan por desarmarla y quien no tiene familia quiere armarla a toda costa. Quiere cristal.

Los que trabajan en el diario queriendo ir a la tele y los de la tele queriendo ir a los caños de una vida mas tranquila.

Las empleadas domésticas que desean más horas y las que tienen turno completo que quisieran laburar menos.

Las porteras que quieren ser maestras, las maestras que quieren quedarse en la casa con un artículo de licencia.

Los peruanos que vienen a Argentina. Los Argentinos que van a EEUU. Los

brasileños que vienen a jugar al fútbol. Los jugadores de Boca que se van a Brasil.

Los que viven en departamento quieren casa. Los que tienen casa no ven la hora de tener departamento para estar acompañados.

Los que toman en comprimidos queriendo inyectables y los de los inyectables que quieren medicación oral.

Los que pesan mucho. Los que pesan poco. Los que prefieren el colectivo, los del taxi. Los de dos pisos. Los que no salen de la ciudad. Los que viven viajando.

Los que se aferran a dios. Los que no creen en nada. Los amantes del río.

Los que temen al río. Los que desayunan en bares. Los que si no están en casa no toman nada a la mañana. Los que salen rajando. Los que esperan a las diez. Los truculentos, carismáticos, miedosos, corajudos, que se mandan, que se quedan toda la vida, que se visten prehistóricos, a la última moda, con honradez, con impunidad, con partes sueltas, con soldaduras de años, ardientes, fríos como un hielo, abnegados, vagos.

Los que viven de milagro en milagro. Aquellos a los que nunca les pasa nada. Los de anillos hasta en el pupo. Los peligrosos, los ángeles que atraviesan la tierra.

Los solemnes. Los que no tienen crédito, los que escuchan permanentemente llamados de ofrecimientos de productos bancarios.

Los que tienen diez hijos, los que no quisieron tener porque no querían la responsabilidad.

La maestra de quinto pero que le gusta primero, la de primero que no ve la hora de llegar a séptimo.

Los solos.

Los multitudinarios.

Los Macri.

Los buenos.

Los malos.

Los Telerman.

Los Filmus.

Los que filman.

Los que viven.

En fin.