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Elecciones

Con motivo de acercarse una nueva ronda electoral durante este año, el mapa provincial no muestra nuevas opciones. ¿Será que la gente está tan conforme con la gestión de sus actuales autoridades? ¿O sólo trasciende lo que los grandes partidos o referentes hacen o dicen?

Hay malestares varios en la sociedad santafesina, no del nivel para pensar en un cambio de 180 grados, tal vez ni de 90, pero hay una franja importante que no se siente representada ni por el Frente Progresista, que se ha sumado al coro de los rentistas del campo, ni al pejotismo reutemista que aparece como la tabla salvadora de ciertos sectores, que tratan de separase del kirchnerismo o de la gorila Coalición Cívica.

Lo que hay son incipientes, pero existentes, atisbos por encontrar equilibrios entre oficialismos aduladores y oposiciones feroces. Lo que despunta, tibiamente, son expresiones que se ubican en una posición alternativa, no opositora al proyecto que conduce Cristina Fernández, pero con propuestas en torno a la necesidad de distribuir más y mejor las riquezas, y dejar viejos hábitos nefastos en la acción política, entre otras intenciones.

Esos sectores plurales, amplios, progresistas, no gorilas, están en la búsqueda de ofrecer una alternativa distinta que acompañe lo positivo del gobierno y profundice las medidas sociales y progresistas del mismo. Si no se notan en el escenario puede que sea porque los medios no se ocupan de ellos, porque lo que llama y vende es hablar de Binner, Reutemann, o la Mesa de Enlace.

Para los primeros meses del año están previstos encuentros regionales de diversos espacios que tienen estas visiones, que pretenden fijar posición ante el proceso electoral, pero que buscan construir por encima de esa coyuntura, un instrumento que los posicione en el tiempo frente a la sociedad santafesina como alternativa a la dualidad política vigente provincialmente.

Sería altamente positivo que los medios muestren estas cosas, y que estos sectores en cuestión se acerquen, se junten y conversen propuestas comunes como para evitar que las disputas entre grupos afines aborten la posibilidad de encontrar nuevas expresiones políticas para salir de la crisis y mejorar las condiciones de vida de las mayorías.

Héctor Marinángeli

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