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Pugna

La pugna nunca cesa. Los proyectos de país cinchan con sus fuertes locomotoras. El ferrocarril se utilizó para expulsar al indio, fundó pueblos, fue privado, nacional, popular, inglés, francés, concesionado, saqueado, quiere ser chino -y ahora puede volver a ser nuestro.

Millones de personas tienen hoy la necesidad de un tren democrático y popular, ecológico, seguro y económico que vuelva comunicar familias, trabajadores, estudiantes y sirva a los pequeños y medianos productores.

Miles de pueblos quedaron aislados y salvo en algunas regiones puntuales del país como es el caso de Buenos Aires con servicios deficientes, no existe más el transporte de pasajeros y no funciona el transporte de carga para los pequeños productores. La vuelta del tren serviría para revertir el desequilibrio poblacional que significa la migración interna y el hacinamiento en las grandes ciudades, bajaría la siniestralidad de más de 8000 muertos por año en nuestras rutas colapsadas, sería un transporte económico para reactivar las economías regionales y crearía trabajo genuino para más de 100.000 personas.

Estratégicamente, el tren significa avanzar hacia un modelo de desarrollo que integre a cada pueblo y haga un uso racional de la energía. El transporte ferroviario es de 5 a 8 veces más económico que el transporte automotor, estamos hablando de millones de litros de combustibles fósiles que se dilapidan diariamente.

En esta cinchada debemos sumar a las mayorías. En junio de este año hemos presentado en el Congreso Nacional un proyecto de ley respaldado por 930.000 personas, que crea la Empresa Pública y Estatal de Ferrocarriles. Este proyecto es conjuntamente impulsado por organizaciones sociales, gremiales y políticas, comunas, concejos deliberantes, legislaturas provinciales, por el interbloque Proyecto Sur y diputados de otras bancadas.

Pero la pugna nunca cesa. Antes Inglaterra, ahora China, los planes que tienen para nuestros ferrocarriles son para facilitarles su modelo económico en expansión demandante de materias primas. El intercambio hoy es soja y minerales por tecnología.

La pugna nunca cesa. Los proyectos de país cinchan con sus locomotoras, la tensión entre lo público y lo privado, la disputa entre el hombre y las corporaciones, la lógica del consumo o de la justicia social, colonia o soberanía...

Leonardo Rico

Proyecto Sur Rosario