Cobardía

En los últimos años, los casos de maltrato infantil han ido creciendo notablemente en nuestra enferma sociedad. Al parecer todas las campañas preventivas para evitar embarazos no deseados no han dado ningún resultado.

Los chicos "se caen", se golpean "solos", se lastiman "jugando". El ser padres es una tarea a perpetuidad. La responsabilidad es para toda la vida. El placer y la calentura de una noche trae vidas al mundo y los responsables, hombre y mujer deben hacerse cargo. En Brasil, hace un tiempo, se prohibió darle nalgadas a las criaturas. Acá hay personas enfermas que piensan que los chicos aprenden a los golpes y no es así. A pesar de los problemas económicos y a la intolerancia que reina en una gran mayoría de las parejas argentinas, antes de pegarle a un niño hay que cortarse las manos.

Es lamentable enterarse de la cantidad de infantes que son golpeados por sus progenitores. Una perra jamás abusaría de sus cachorros, pero mujeres y hombres que supuestamente tienen el don de la razón abusan y maltratan a sus hijos provocando en algunos casos la muerte y en otros, heridas imborrables en cuerpo y alma. Si estos padres agresivos están loquitos, antes de golpear a sus bebés, deberían contar hasta diez y si no consiguen calmarse sería imperioso que concurran de inmediato a un psicólogo para que los ayude. Esas criaturas están a la buena de Dios y lamentablemente dependen de esos padres enfermos. Nunca una persona debe hacerle daño a su propio hijo, nunca, jamás. Hay miles de parejas que no pueden tener hijos y otros que tienen la dicha de tenerlos, los maltratan con una cobardía aberrante.

Daniel Ciúffoli

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