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30.000 Razones

Miles de razones me siguen impulsando, no me importa si los números a muchos no le cierran, pero tengo la firme convicción de que a más tres décadas de instalado el terrorismo de Estado, intentado por todos los medios de cerrar heridas, afianzar sistemas democráticos de elección de nuestros gobernantes y con el inventario de todos nuestros errores cometidos como parte de la imprescindible experiencia que debimos vivir y que seguimos transitando como un espinoso camino de esta democracia imperfecta, en la que todos tenemos llagas, cansancio, pero pudimos sin doblegarnos, seguir construyendo futuro.

Con todas las imperfecciones del sistema democrático, con todas las mochilas que nos siguen pesando de nuestros propios vicios y defectos humanos, con un inventario inconcluso de lo por hacer y sin habernos puesto de acuerdo en como hacerlo todavía, seguimos avanzando.

Que seguirá costando trabajo, sacrificios, dedicación y renunciamientos, pero que con el tiempo nos dará frutos de una excelente cosecha de paz, progreso sostenido y democracia afianzada.

Vale la pena seguir insistiendo en los mecanismos de elección de nuestros representantes, hasta que podamos entre todos perfeccionar los mejores sistemas electorales que nos aseguren representatividad, democracia plena y participación activa.

Todos debemos vigilar esta democracia, para que nunca más debamos soportar el silencio de las dictaduras prefiriendo el bullicio de la calle con sus manifestaciones, sus reclamos, sus festejos, sus estudiantes contentos o enojados, con sus obreros, jubilados, docentes, artistas, etc. reclamando justicia social para todos, porque la calle y la plaza nos pertenecen.

Ajustemos entre todos los mecanismos de perfeccionamiento de nuestras instituciones, para que en ellas fluyan las mejores ideas, las mejores propuestas, los mejores dirigentes y los mejores programas para los mejores gobiernos.

Para que madres y abuelas mantengan en alto sus banderas, para que nadie nunca pueda poner un manto de dudas sobre sus luchas y para que no queden vacíos institucionales sin llenar que habiliten la intromisión de los lamentablemente corruptos que siguen existiendo y seamos cada uno de nosotros gendarmes del control que no se hizo pero que debemos recuperar por la salud del país.

Angel Contesti