Otra de piratas

La nueva provocación de Gran Bretaña hacia nuestro país al enviar una poderosa nave de guerra de última generación es una muestra más que esa potencia decadente y reina mundial del colonialismo tiene severos problemas internos. Esa película ya la vivimos cuando la ex primer ministra Margaret Thatcher, en medio de una profunda crisis económica, no dudó un instante y ordenó matar a centenares de compatriotas que viajaban en el Crucero Belgrano y así revertir su precario poder político. El nuevo villano de turno y premier David Cameron tampoco está pasando por un buen momento y por eso envía un gigante de guerra para hacerse el guapo. Además ya está en suelo argentino por haber llegado a nuestras islas Malvinas el segundo heredero a la corona pirata don Guillermo, que nos visita para hacer un entrenamiento militar de seis semanas. No es casualidad que su llegada esté muy cercana al aniversario número 30 de la guerra de 1982. Los británicos tapan sus cuestiones domésticas con juegos de chicos y nos quieren hacer creer que la tienen mucho más grande que los argentinos. El mundo todo sabe que nos asiste el derecho sobre la soberanía de nuestras Malvinas. El gobierno actúa muy bien al denunciar a los invasores ingleses en todos los foros internacionales. Por la vía diplomática, más temprano que tarde, venceremos a los ocupas ingleses.

Daniel Ciúffoli

[email protected]