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Reclamos

La pretensión oficial de lograr una redistribución más equitativa de los ingresos coloca a los grandes terratenientes como afectados por la presión tributaria y sin ponerse colorados eluden el debate público, declarando una serie de medidas de protesta y negándose a transparentar los números de sus actividades productivas que las justifiquen.

Han llegado al límite de asociarse al Momo Benegas y sumar sus 4x4 a las manifestaciones de este exponente del gremialismo rural que no ha podido todavía controlar el trabajo en negro de sus afiliados y menos aún encasillar a los evasores de las cargas sociales en las explotaciones agropecuarias, incluso en connivencia aceptando o tolerando el trabajo de los menores.

Desde aquellos convulsionados días de los reclamos por la 125 no dejaron de presionar por sus intereses sectoriales y con la descarada intervención de los medios hegemónicos descargan agresivas campañas mediáticas descalificando medidas del gobierno nacional, multiplicando protestas de bajo perfil como las recientes de las limitaciones a la compra de divisas, usando paquetas señoras gordas insultando a periodistas, especialmente si responden a radio nacional o ATC, colocando a Jorge Lanata como un adalid de la democracia y la libertad de expresión, confundiendo libertad de prensa con libertad de "empresas".

Existen problemas sin resolver... Solamente un ciego y sordo podría decir que no los hay. Pero nadie puede negar lo logros alcanzados en muchos importantes y diversos ámbitos de la economía, la salud, los derechos humanos, las relaciones internacionales y nuestras últimas posiciones en los foros internacionales que han prestigiado a nuestra cancillería, pero como no todas son luces, hay conos de sombra sobre aspectos esenciales como los de la falta de viviendas, actualización del poder adquisitivo de los haberes provisionales, índices de inseguridad, focos amplificados de corrupción, falta de transparencia en las licitaciones del Estado, la falta de soluciones a los problemas del transporte ferroviario y las miles de muertes por año de la colapsada estructura vial y el desmanejo de estos temas por parte de los ministros del área.

Como no se le pueden negar a la Señora Presidente sus capacidades para la oratoria, sería bueno que recordara que las conferencias de prensas deben permitir a los periodistas hacer preguntas y repreguntas cuando no se sientan conformes con las respuestas, abriendo un juego de la democracia que hace tiempo se le viene reclamando.

Angel M. Contestí