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Cortes y maniobras

Hace diez años fueron a asesinados por la espalda en el puente Pueyrredón que une Avellaneda con la Capital Federal los luchadores sociales Maxiliano Kosteki y Darío Santillán. Los jóvenes fueron abatidos por las arteras balas de los esbirros de los propios políticos y capitalistas que generaron la crisis financiera y económica, el desempleo y la declaración de Estado de sitio en Diciembre de 2001, pero llegados a junio de 2002 no sólo no se había ido ninguno de los tecno﷓burócratas, como lo clamaban las masas populares en las calles, sino que todos estaban en pleno tejido del contubernio continuista.

El gobierno de aquella época perpetró la matanza para acallar la legítima protesta, con la clara intención de disciplinar a la sociedad toda, pauperizada por la violencia contundente de la especulación empresaria.

La masacre de Puente Pueyrredón sumó dos muertes más de militantes sociales de los trabajadores sin empleo y fue la clara demostración que a lo iniciado en su ocaso por el presidente de la Alianza, es decir la feroz represión que dejó dos decenas de asesinados por las fuerzas estatales. Un diario de difusión nacional tituló con sarcasmo y perversión: "La crisis se cobró dos nuevas víctimas".

En tanto, las asambleas de vecinos, deliberaban, decidían y ejecutaban, mientras los políticos de profesión se mantenían camuflados o buscaban pasar desapercibidos.

En las calles, en los barrios, los vecinos recuperaban el ejercicio de la palabra, la polémica y el debate. Un clima de plena agitación social que tuvo como corolario el artero asesinato de dos jóvenes luchadores sociales.

Si quisieron apagar las llamas de la pasión libertaria no lo lograron. Maxi Kosteki y Darío Santillán ya forma parte de la digna memoria colectiva de la rebelión, más allá de los lock out patronales agropecuarios, los impuestazos estatales y las maniobras de los burócratas sindicales.

La lucha de Maxi y Darío no fue en vano, sino que marca un hito imborrable en las luchas sociales contemporáneas de la región.

Carlos A. Solero

Miembro de la APDH﷓ Rosario