Pibes

Desde su creación hasta hoy el Irar nunca fue una política acertada para trabajar con los jóvenes en conflicto con la ley penal, cabe recordar que por aquel entonces también se alojaban allí jóvenes atravesados por otro tipo de problemáticas que no tenían que ver con responsabilidades penales. Desde aquel momento hasta hoy muchas vidas pasaron por allí, muchas muertes marcaron sus paredes e historia.

Nos asustaría a todos conocer las trayectorias que vivenciaron los pibes en dicha institución. Lo que deja muy en claro es que es una política desacertada para asumir las problemáticas juveniles, que más allá del modo de abordaje de los trabajadores que allí se encuentran, la institución vulnera los derechos de los jóvenes según marcan las "Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración de justicia de menores -﷓Reglas de Beijing-﷓". Ni los adultos ni niños ni jóvenes que transiten por un lugar de encierro, menos aun cuando ese lugar es una cárcel -﷓como reconoció en una nota periodística la Subsecretaria de Asuntos Penales Débora Cotichini-﷓ sale de la misma manera que como ingresó, es decir, que cuando el sujeto es tocado por el sistema penal jamás sale indemne (Alcira Daroqui/ Silvia Guemureman). La marca que deja está institución queda grabada a fuego en el cuerpo, en la subjetividad de los jóvenes.

Es necesario trabajar para que la respuesta no sea una cárcel, pero también para que las políticas públicas destinadas a niños, niñas y adolescentes sean inclusivas, sean efectivas, compitan con las posibilidades de inserción en la económica delictiva, les den posibilidades de pensarse diferentes, de proyectar﷓se, generar mayor inclusión, habitabilidad en la comunidad, mayores niveles de escolarización, posibilidades de trabajo genuino. Y eso es responsabilidad de todos los funcionarios de la gestión municipal, provincial y nacional, así como también de los representantes en órganos legislativos de los tres niveles.

Que las políticas públicas tengan un real compromiso con la situación de los jóvenes, que ellos sean sujetos de estas políticas y no objetos. Una política pública que se interese verdaderamente por los jóvenes y decida, con acciones concretas, no expulsarlos de la escuela, de las instituciones de salud, de las propuestas laborales dejando para ellos un vacío de sentido.

Comisión Directiva

Colegio de Profesionales de Trabajo Social

Segunda Circunscripcion Santa Fe.