Trabajadores con Chávez

Los trabajadores expresamos nuestro profundo dolor por la muerte de ese gran patriota latinoamericano que fue el compañero Hugo Chávez Frias, manifestando nuestra solidaridad con el pueblo hermano de Venezuela.

En los últimos días nos reunimos los gremios Estatales pertenecientes a la CGT y a la CTA para conformar una Coordinación que favorezca y potencie el reclamo del conjunto de los trabajadores del sector tanto en el ámbito nacional, provincial como municipal.

Los gremios reunidos en la sede de la CGT luego de un amplio debate han tomado las siguientes resoluciones:

1. Exigir al Gobierno Nacional la apertura de la Paritaria central del Estado y de las paritarias sectoriales sin techo ni condicionamiento alguno.

2. Llevar adelante acciones conjuntas que se determinaran en un plenario de trabajadores estatales de CTA y CGT a realizarse el día martes 26 de marzo del corriente año.

3. Ratificar el requisito indispensable de la unidad en acción decidido por ambas centrales sindicales.

ABC, Aefip, Amra, Appamia, Apops, ATE, Agoec, Coema, Dragado y Balizamiento, Fesprosa, FJA, Sadem, SAL, Soeme, Sutep, UEJN, Udocba, Utera, FND.

Papa

Dios pensó: la Nación Argentina adora al Che Guevara y ha santificado a Evita, tiene divorcio legal, eligieron a una mujer de Presidenta sabiendo que es una yegua bocona endemoniada; juzgan a los militares, tienen un judío en el gabinete, subsidio que fomenta a la madre soltera; Matrimonio de homosexuales que pueden adoptar hijos; practican felattio y cunnilingus, sexo ocasional, relaciones extraconyugales; quieren hablar de sexo en las escuelas; recibieron visitas de Fidel Castro y de Hugo Chávez; tienen fútbol para todos y hacen cantos obscenos en las tribunas; usan forro; chupan como descocidos, fuman como condenados; quieren despenalizar el aborto y la marihuana; quieren las Islas Malvinas y pretenden manejar ellos el Pago de la Deuda Externa. Ovejas descarriadas, el pueblo argentino está en pecado mortal y se irá al Infierno. Sólo un Papa argentino podrá salvarlos.

Rubén Vedovaldi