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Autonomía municipal

Nadie parece estar muy convencido de la autonomía municipal y tanto Binner como Lifschitz, que la reclamaron fervientemente cuando eran oposición, ahora se hacen los distraídos. ¿Para qué sirve la autonomía? Nos permitirá decidir cuántos y cómo queremos los rosarinos que nos representen y elegir directa y popularmente a los Jefes de Distrito. Ahora, estos funcionarios municipales son empleados administrativos, elegidos a dedo y sin capacidad de decisión. En el futuro, tendrán que ser funcionarios de origen popular y con presupuesto para resolver los problemas del distrito. La Municipalidad descentralizó las oficinas, pero no descentralizó el poder, y eso se nota en los barrios abandonados y desprovistos de los servicios mas importantes.

Desde los recursos tributarios, la autonomía nos permitirá generar recursos propios sin superponernos con la Provincia ni la Nación. Aquí la palabra es armonizar, no duplicar impuestos como sueñan algunos del oficialismo.

La reforma constitucional provincial requiere de consenso mayoritario sobre muchos aspectos del Estado Provincial: la bicameralidad, la reelección del Gobernador y Vice, la descentralización y el reconocimiento de nuevos derechos.

Condicionar la autonomía municipal a una reforma constitucional es tener a la ciudad de rehén. No lo vamos a aceptar, ni vamos a resignarnos al juego que nos proponen desde el oficialismo provincial y municipal. A través de una ley, las ciudades de Rosario, Santa Fe y las demás ciudades pueden alcanzar la autonomía plena. Los dichos de la intendenta Mónica Fein, con todo respeto, me parece que se suman al "cuento de la buena pipa"; una suerte de relato infantil donde todos hablan de lo mismo sin que nadie esté dispuesto a realizarlo.

Diego Giuliano

Concejal justicialista