Robo

El 8 de octubre de 1984, apenas recuperado el orden democrático, un grupo de sobrevivientes comenzó con lo que luego sería la mega causa Feced. Luego de las primeras testimoniales y de una serie de allanamientos a partir de las declaraciones de Adriana Arce, una de las sobrevivientes del centro clandestino montado en la ex Fßbrica Militar de Armas Portátiles "Domingo Matheu", se produjo uno de los hechos más vergonzantes de nuestros treinta años de democracia. La causa fue robada desde tribunales provinciales, en horas de la madrugada y desde el despacho del juez instructor. Nadie puede perpetrar un robo comando de esas características sin el amparo del entramado de poder. En 2011, a partir de un requerimiento formulado por el entonces fiscal de San Nicolás Juan Murray, se formaliza la causa que tiene por objeto investigar el robo, y se radica en Rosario. En el dictamen emitido por el titular de la unidad fiscal, Gonzalo Stara, se establece: "Si bien el hecho tuvo lugar en 1984, finalizado el gobierno dictatorial, la conducta de los autores del robo tuvo como finalidad ocultar la verdad de los hechos investigados en la causa Feced, hechos que, recientemente fueron tratados por el TOF 2, condenándose a parte de la denominada patota de Feced. En la causa quedó acreditada una batería de docuentación falsa destinada a procurar la impunidad, pero también quedó claramente establecido el uso de vías de hecho como el robo que se investiga en lso actuados". Durante la instrucción se despacharon diversas medidas, las últimas de las cuales ordenan agregar en la causa del robo el audio de la declaración de la testigo Adriana Arce ante el TOF 1 en la causa Guerrieri 2, se acompañó la transcripción de las declaraciones del represor Gustavo Bueno ante el Cels, junto con los audios de Julio Raffo y Horacio Verbitsky. El pasado 9 de octubre, a 29 años del hecho, prestó declaración testimonial Alfredo Di Pato, quien aportó elementos de relevancia para la investigación. Al pasar frente al tribunal en horas de la madrugada, vio que "desde adentro por la puerta de Balcarce, salió un hombre con pantalón azul y camisa celeste, como un uniforme de policía o colectivero, creo que tenía bigotes. Mientras fueron a su encuentro un hombre y una mujer desde el estacionamiento. El hombre, que era muy corpulento, tomó una bolsa de plástico amarilla larga, con bolsas adentro, que se notaba que era pesada y además un bulto grande. Decidí avisar a la policía que todas las noches estaba en el bar de Ayacucho y Pellegrini pero no había ningún móvil. Pensé que se trataba de una zona liberada. Por la mañana escucho por la radio que había ocurrido el robo".

Gabriela Durruty, abogada.