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Alternativas

Ante un nuevo aumento del boleto de colectivo, consideramos que el mismo era perfectamente evitable si hubiera existido la voluntad política de las fuerzas mayoritarias no sólo del Concejo Municipal, sino también de la legislatura provincial para compensar el incremento de los costos del sistema con subsidios provinciales basados en volver a cobrar a las grandes cerealeras multinacionales el impuesto a los ingresos brutos, que paga cualquier pequeño comercio, y del cual están exentas desde 1992.

Es evidente que los correlatos locales de los partidos que en las cámaras provinciales vienen ignorando esta propuesta, están incapacitados luego, en el Municipio, para reclamar que el transporte sea subsidiado con impuestos a empresas como estas ﷓-de gran capacidad contributiva-﷓, y se ven luego acorralados para terminar votando aumentos de tarifas para los usuarios.

El boleto del transporte urbano de pasajeros no debe aumentar, no solamente porque es viable económicamente no hacerlo, sino porque es interés de toda la ciudad tener un transporte que atraiga y no expulse pasajeros; mejorando calidad, pero también congelando tarifa.

Cada aumento del boleto empuja a los usuarios a pensar en invertir ese dinero en pagar la cuota de un vehículo --especialmente motos-﷓, bajando pasajeros del sistema y empeorando su ecuación económica. Así aumenta la congestión vehicular, la contaminación y los accidentes de tránsito; todo al revés de lo que se proclama como Plan de Movilidad.

Un número creciente de sectores políticos han ido tomando la idea que lanzamos hace un par de años, en el sentido que también la provincia ﷓-y no sólo Nación y Municipio-﷓ deben subsidiar el transporte urbano, como hacen otras provincias. Sin embargo, para no desfinanciar a la provincia, es menester también decir de dónde ésta debe obtener esos recursos, que debe ser gravando a empresas indebidamente privilegiadas, y es aquí donde nadie le quiere poner el cascabel al gato.

Alberto Cortés

Partido Socialista Auténtico