Con la aprobación del incremento del boleto el pasado jueves, que incluyó acusaciones cruzadas, gritos e insultos, concluyó una semana en la que se pateó el tablero político en el Concejo Municipal. Ayer, los concejales Miguel Zamarini (PS), Martín Rosúa (UCR) y Aldo Poy (PDP), fueron más allá al confirmar la creación de un minibloque al interior del Frente Progresista. "Desde hace varias semanas accionamos en conjunto con ideas similares y una visión muy parecida de la realidad. Buscamos el diálogo, el consenso y la construcción de acuerdo con todas las fuerzas políticas del Concejo Municipal. No es momento de enfrentamientos sino de crecimientos", plantearon los concejales. De todos modos, ratificaron su "inquebrantable pertenencia" al Frente Progresista al señalar: "Trabajaremos fuertemente para apoyar nuestra gestión municipal, con iniciativas propias y acompañando todas aquellas que consideremos positivas para el crecimiento de la ciudad", agregaron.

La historia de la conformación del mini bloque en el Frente Progresista comenzó a gestarse en la previa de la jura de los ediles electos. La puja por la presidencia del cuerpo y la conformación de las comisiones de trabajo, con el consecuente rediseño de alianzas, movió las estructuras en el interior del Frente Progresista, otorgándole un nuevo aire al renovado interbloque opositor en el que coincidieron justicialistas, PPS, radicales no frentistas, y Uníte.

A la intención del bloque socialista de imponer al concejal Miguel Cappiello, como presidente del cuerpo, y la de avanzar decididamente en los acuerdos con el bloque macrista, para garantizarle gobernabilidad a la intendenta Mónica Fein, le surgió un impedimento: El decidido apoyo a la candidatura de Zamarini de los concejales Rosúa y Poy, quienes a pesar de las presiones recibidas pilotearon las negociaciones para finalmente conseguir los objetivos trazados.

El lunes por la tarde, cuando arreciaban las versiones sobre los apoyos para definir la presidencia del cuerpo; el concejal Rosúa, quien desde sus afiches de campaña prometía oxigenar el Concejo, asomaba como el principal negociador para sostener la reelección de Zamarini. En su oficina estaban reunidos los integrantes del Frente Progresista: Manuel Sciutto, Viviana Foresi, Daniela León, Carlos Comi, Cappiello, Rosúa, Zamarini y Poy. El ídolo centralista reafirmaba su apoyo al presidente y después de dos años levantaba vuelo propio. "Cambió la fecha de los pasajes de un viaje programado a Estados Unidos para quedarse a votar a su amigo Zamarini", comentaron voces autorizadas del Concejo, extrañados por el nuevo rol del concejal del PDP.

Mientras Rosúa pugnaba por convencer al resto de establecer una nueva alianza con el interbloque compuesto por Norma López y Roberto Sukerman (FpV), Héctor Cavallero, María Fernanda Gigliani y Lorena Giménez (PPS), Jorge Boasso, María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale (UCR), Osvaldo Miatello (Compromiso por Rosario) y Carlos Cossia (Uníte), que apoyaban la reelección de Zamarini; en otra oficina, los concejales macristas -Roy López Molina, Alejandro Roselló, María Julia Bonifacio, Anita Martínez, Carlos Cardozo y Diego Giuliano- tenían línea abierta para avanzar con las negociaciones pero se dejaban ver poco.

Hacía mucho tiempo que en los pasillos del Palacio Vasallo no se hablaba de partir de coincidencias ideológicas a la hora de negociar acuerdos entre bloques. Para los ediles que finalmente confirmaron ayer el minibloque al interior del Frente Progresista, la cuestión no era un dato menor. "Necesitamos salir del atolladero que nos obligaba a acordar con el Pro", sinceró un allegado de los concejales. Durante el debate del jueves, Rosúa abundó en el análisis al explicar el consenso al que se arribó con el interbloque opositor para aumentar el boleto. "No me sorprende de quién vino esta solución, proviene principalmente de sectores políticos con los que me une una visón clara, en el cual el conjunto y el todo está por encima de lo individual", dijo el joven edil radical.

Calmados los ánimos, luego de una sesión caliente, Zamarini, Rosúa y Poy decidieron ayer oficializar la creación del minibloque. "Empezamos una nueva etapa en el Concejo, que requerirá claramente dos cuestiones: Mayor diálogo entre los concejales y el Departamento Ejecutivo y también una relación plural y abierta entre el bloque oficialista y todos los sectores políticos de la ciudad de Rosario", valoraron.

"En este contexto, nuestro grupo lo ha entendido así desde hace tiempo, hemos dialogado con todas las fuerzas para generar consensos y estructurar acuerdos que permitieron solucionar el armado de comisiones y tuvieron su primer logro concreto con la aprobación de la tarifa del Transporte Urbano de Pasajeros, que venía dificultosa de la semana anterior", agregaron.

En cuanto a su funcionamiento dentro del Concejo, los ediles adelantaron: "A partir de la conformación de las comisiones y la discusión por el Transporte Urbano de Pasajeros, hemos abierto canales de diálogo con todas las fuerzas políticas del Concejo que pretendemos conservar desde nuestro interbloque de 8 concejales del Frente Progresista. Estamos frente a una conformación atomizada, donde el oficialismo sólo tiene 8 concejales de 24, por eso es importante dialogar con todos los bloques y no dejar a nadie fuera de ningún esquema", concluyeron.