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La muerte de un niño de tres años de edad producida a causa de golpes el día 22 de Abril de 2015, nos convoca a pronunciarnos públicamente respecto de la situación de muchos niños, niñas y adolescentes de Rosario. En un contexto social de extrema precariedad como es el de muchos de los barrios de nuestra ciudad, donde las familias conviven hacinadas, en paupérrimas casillas de chapa, sin acceso a condiciones de habitabilidad que se condigan con la dignidad humana, han sucedido hechos de una violencia y crueldad inusitada que parecieran naturalizarse.

Las falencias, luego de treinta años de neoliberalismo, en el ejercicio de los derechos básicos tienen como una de sus consecuencias sociales poblaciones -que es a la que como trabajadores sociales acompañamos- que se encuentran con derechos vulnerados desde la niñez. Esta situación sin políticas públicas de restitución de derechos es acompañada de una desvalorización de las infancias.

Se ha anunciado públicamente que solamente en el "Hospital de Niños Víctor J. Vilela", ingresan aproximadamente por mes 15 situaciones de niños y niñas víctimas de escenarios de violencia, esta cifra, requiere de un estado de alerta en la situación de niñez y adolescencia de Rosario, que debe tomarse inmediatamente, para comenzar a instalar acciones concretas que reviertan esta terrible situación.

Otra cifra alarmante es la cantidad de niños, niñas y adolescentes que son víctimas de heridas de balas, víctimas de ajustes de cuentas entre bandas que provienen del Narcotráfico o como modos violentos de resolución de conflictos cotidianos.

Si la infancia es el lugar que pensamos y construimos como espacio privilegiado para la socialización de las nuevas generaciones no podemos más que enunciar la impotencia que sentimos frente a la precariedad de las respuestas a las que asistimos.

Frente a la responsabilidad ineludible del Estado provincial y municipal, los trabajadores operadores del Sistema de Protección de Derechos se encuentran interviniendo sin acuerdos interministeriales que doten de sentido y viabilicen en forma coherente el objetivo de resguardar la vida y la integridad psicofísicas de niños, niñas y adolescentes. En forma constante los trabajadores se encuentran expuestos sin resguardo institucional ante las situaciones complejas.

No puede existir ninguna muerte más de ningún niño, niña o adolescente, por ausencia del Estado.

Colegio de Profesionales de Trabajo Social