Viñeta Porteña

Un signo distintivo de las últimas décadas en la Región Argentina es el control que el Estado ejerce sobre los pobres, la sospecha permanente hacia la mujer excluida y el varón excluido de los circuitos de consumo.

Cámaras, monitores, damas y caballeros de uniforme verde o beige portando armas de fuego y una contundente cachiporra.

La escena que inspira estas líneas es la siguiente: mediodía en un bar de la terminal de ómnibus de Retiro en Buenos Aires, la muchacha de unos veinte años recorre las mesas y se procura un trago de una botella de gaseosa que alguien indolente abandonó por la mitad o bien los restos de un tostado casi intacto.

La atenta mirada de la mujer gendarme la observa indignada y comienza el acoso, se acercó a la muchacha y la espantó con modales poco apropiados para comunicarse con cualquier ser humano. La persigue hasta que logra que se retire de la Estación.

Todo lo descripto frente a la indiferencia de los presentes en el bar que continúan hipnotizados por las pantallas de sus celulares. Como fondo musical resuena la cumbia villera con el último de los éxitos del grupo de moda en alza.

Toda una postal de una sociedad para pocos, donde algunos despilfarran mientras otras y otros son castigados por buscar como saciar su sed o su hambre.

Cuanta vigencia la de la novela de Víctor Hugo Los miserables.

Carlos A Solero