Miércoles, 20 de diciembre de 2006 | Hoy
El pasado jueves Diputados sancionó la nueva Ley Nacional de Educación. La derogación de la Ley Federal de Educación es un viejo reclamo de los docentes y la comunidad educativa toda. Pero lamentablemente la nueva Ley significa la continuidad de una política educativa. Representantes de la UIA y de otros sectores de empresarios, de la Iglesia, de la CGT, de la CTA y de la Ctera expresaron su apoyo. El ministro Filmus habló de las bondades de la propuesta y de su trascendencia histórica. El presidente Kirchner afirmó que "este es el inicio del camino del país que soñamos". Hugo Yasky, secretario General de la Ctera, expresó su profundo compromiso con esta ley y con toda la política educativa del gobierno. Contra todo este coro oficialista, creemos que la nueva ley sólo viene a mantener en lo fundamental el camino trazado para la educación por las reformas neoliberales de los '90. Viene a adecuar el sistema educativo en función de las actuales necesidades de los sectores dominantes y en los hechos significará: Un fortalecimiento de los procesos de privatización educativa. Empresarios de la educación, Iglesia y ONG tendrán todo el apoyo para abrir y desarrollar sus "emprendimientos educativos". Un paso más en la fragmentación y la desigualdad al interior del sistema. Las provincias de menor desarrollo económico y los barrios más carenciados seguirán teniendo "escuelas para pobres". Una nueva ofensiva contra los trabajadores docentes buscando imponer el "salario por mérito", mientras sufrimos día a día peores condiciones laborales y se mantiene nuestro sueldo en la "línea de la pobreza". Un avance en el sometimiento del conocimiento y la formación de los alumnos a las necesidades de las empresas. La continuidad de un sistema educativo vertical y autoritario en el que los docentes debemos ser aplicadores obedientes de las políticas que nos imponen. Aunque el libreto lo imponen los organismos financieros internacionales, Filmus afirma que la ley es el resultado de una "amplia consulta" en la que participaron "centenares de miles de docentes". Pero muy otra es la sensación de los docentes en las escuelas. Es casi unánime el repudio a los mecanismo de manipulación que usó el gobierno para mostrar un supuesto consenso. Mientras en las escuelas santafesinas los docentes participábamos de una jornada dispuesta por el Ministerio para debatir el "borrador" de la ley, Filmus presentaba el proyecto en el Parlament,o que finalmente se votó sin modificaciones. Hacemos un llamado a todos los sectores que rechazan esta política del gobierno a crear un amplio movimiento nacional que desde cada aula, desde cada escuela, en cada lugar de trabajo, en las calles desarrolle la resistencia necesaria para que esta ley no avance. Para que construyamos juntos un Sistema Educativo Nacional Unico, Público, Gratuito y Laico. Para que el derecho a la educación deje de ser una permanente declamación de los gobernantes de turno y se transforme en la realidad efectiva de todos los niños, jóvenes y adultos de nuestro país.
Gustavo Terés (secretario general)
Juan Pablo Casiello (secretario adjunto)
Amsafé Rosario
Habíamos imaginado ese momento. La noticia. El titular en los diarios del mundo. La muerte del tipo aquel. Una muerte significativa. Absurda como todas o simplemente una muerte más. La muerte del hombre rodeado de muertes. Y llegó. Aunque creí hace años, que recibiría la noticia con un aire de felicidad, no fue así. El había muerto hacía pocos minutos y yo sentado en el comedor de mi casa en Echesortu, intentaba entender su muerte. Miraba pasar los acontecimientos que rodeaban el acontecimiento.
Casi cuatro horas después, un comunicado del gobierno, en la voz del hijo del ex jefe de gobierno, anunciaba al marketing mundial, que el hombre muerto no recibiría los reconocimientos como ex jefe de estado. Tampoco se decretaría duelo nacional. Ni la presidente actual asistiría al funeral.
Una serie completa de simbologías al estilo de una vendetta. Mi curiosidad morbosa aumentaba a medida que se acercaba la posibilidad de ver una foto o un video en los noticieros con la caripela del hombre en su ataúd. Tal vez, con eso, podría aceptar que se encontraba realmente muerto. Y finalmente le vi. Pero, creánme, no sentí ni un pequeño soplo de felicidad. Ni de odio. Es que en las imágenes, aparecían aquellos hombres y mujeres que rezaban por el alma del difunto. Que pedían un justo reconocimiento. Que exigían un duelo corporativo. Que peleaban por poner una bandera a media asta. Sumados los dos elementes el muerto y las simbologías daban certeramente en el hecho más fastidioso de este funeral. El gobierno chileno, de la mano de una mujer, se negaba públicamente a aceptar un homenaje al hombre muerto. Ridículo. Tan ridícula como la muerte natural del hombre muerto. Los gobiernos "democráticos" de alianzas políticas entre ex izquierdistas y democristianos, más algunos colados de ésos que se suben a los trenes en pleno movimiento, ya habían homenajeado ampliamente al hombre muerto. Le habían impulsado en el pasado a dar un golpe institucional, apoyándolo desde estos partidos de centro derecha (sí, los mismos que hoy gobiernan), o simplemente arrojándole maíz en los cuarteles, tildándolos de "gallinas" por no asaltar el palacio de gobierno y asesinar al presidente Allende, le habían reconocido sus logros durante el proceso de recuperación democrática, le habían justificado una "mesa de reconciliación nacional" y le habían ayudado a proyectar a futuro sus planes económicos. Al hombre muerto se le homenajeó al profundizar con pasión desmesurada el proyecto neoliberal de economía que terminó de cerrar el círculo concéntrico de la súper explotación masiva y el deterioro del país en términos de calidad de vida. Habían convertido a un país en un mero número para los mercados. El chacal, recientemente muerto, debe llevar una sonrisa eterna. Bush también. Es que el homenaje al anciano muerto, es haber hecho realidad su proyecto, proyectarlo, defenderlo y justificarlo. Chile se encuentra hoy en una situación extraña. Y no es por la muerte del hombre. Es por que actualmente puede ser el aliado más significativo y poderoso para desestabilizar el Cono Sur, si a un loco como Bush, se le ocurre en alguna resaca. Así que creánme, que ví pasar el cadáver de mi enemigo con la certeza que era sólo uno. Un muerto y nada más. El resto, el resto son los que lo aman, y los han colaborado a que sus planes de economía salvaje puedan prosperar en las estadísticas. El hombre ha muerto. El "pinochetismo" sigue intacto. Y la hipocresía es la bandera que flamea en lo alto del mástil de este nuevo país que se autodenomina "los tigres del pacífico" y la simbología es la manera que tiene aquellos de comunicarse, cuando las ideas de justicia o de claridad, no son oportunas.
Cheché
Dibujante de humor, nacionalizado argentino en el 2000.
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