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"Hay casi una regla, donde hay pobreza desaparecen chicos". Martha Pelloni hizo esta reflexión el jueves pasado cuando estuvo en Rosario para participar, como figura central, del 1º Encuentro Preparatorio del Congreso Internacional "200 Años Después" Abuso, Trata y Tráfico en Infancia, Adolescencia y Juventud que se realizará en 2010 , y que aquí fue convocado por el Rectorado de la Universidad Nacional de Rosario. Si bien recordó especialmente las figuras de Marita Verón, desaparecida en Tucumán, y de María Fernanda Aguirre, en San Benito, Entre Ríos, lo hizo con otras niñas a quienes mencionó por sus nombres de pila, Stella, Sarita, pero que fueron blanco de las "mafias". Habló todo el tiempo de connivencia entre sectores políticos, policía y Gendarmería con los privados que comercializan personas, y planteó la necesidad de empoderar a la sociedad para que exija políticas públicas que terminen con el flagelo de la trata y el abuso. Pelloni se expidió también contra la "barbaridad" que suponen los pedidos de baja en la edad de imputabilidad de los menores y dijo sentirse "muy enojada" porque el cura Julio César Grassi, de la Fundación Felices los Niños, condenado por abuso sexual, haya sido dejado en libertad. En el encuentro de Rosario la coordinación estuvo a cargo del abogado Carlos Lorenzo por la universidad y de Gladis Leyva de la Asociación Pro Naciones Unidas.

¿Qué paso desde el caso de María Soledad Morales, en Catamarca, y hasta esto días, en la problemática de la trata de personas?

Creo que esa problemática se agigantó porque tuvimos una sucesión de gobiernos que no hicieron nada y sin duda se puede afirmar que el sistema político en la Argentina es corrupto. El aval y la connivencia de los sucesivos gobiernos nacionales, con los respectivos provinciales y municipales, da como resultado que estemos peor, que el problema sea mayor. Mi experiencia en el trabajo de trata, del tráfico sexual de niñas, niños y adolescentes y también en el tema de adicciones tengo un convenio con la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha Contra el Narcotráfico (Sedronar) , muestra que el comercio creció muchísimo en los últimos años y la prueba está en que es una práctica difundida en muchísimos boliches del país. La trata se basa en un sistema compulsivo, donde las famosas camionetas con vidrios polarizados y sin patente de las que bajan hombres levantan una, dos chicas, pero esto no funciona sin aval de los gobiernos, del Poder Judicial, de la policía, de Gendarmería. Y para muestra sólo hace falta un botón: se demora demasiado en recibir las denuncias en las comisarías y esto indica que hay una conexión con la mafia.

A lo largo de toda su exposición y de las sucesivas entrevistas que se le hicieron el jueves pasado en Rosario, la monja Pelloni habló de mafias con el absoluto contenido de la integración por parte de quienes ejercen los poderes políticos en las distintas provincias en las ciudades o localidades que las componen , y las fuerzas de seguridad con la participación de privados. Dejó fuera de la consideración a los militares "que en esta etapa están muy preocupados por los juicios y por los robos de bebés durante la dictadura", dijo, pero puso el acento en la policía como institución, en Gendarmería y también en la Prefectura. Pocas veces hizo la referencia a nombres propios y rápidamente explicó la decisión de invocarlos cuando las situaciones y el ámbito lo hacen imprescindibles, pero ya no lo hace ante los medios de comunicación: "No quiero seguir siendo querellada, esto lleva preocupación, esfuerzo, tiempo", le dijo a Rosario/12.

Junto a la trata, al tráfico de personas, está la reducción a una situación de esclavitud. Usted plantea también que hay voces que excusan los casos de abuso con el argumento del componente cultural, para el caso en las llamadas comunidades gitanas.

En primer lugar hay que decir que con la trata y el abuso es la dignidad de la persona la que se estropea. Cuando hablamos de dignidad en un niño pequeñito que es iniciado en un abuso sexual doméstico, que se dice cultural en muchos lugares del país, hay que preguntarse si no tenemos la obligación de transformar los antivalores de la cultura. Hay fuertes posibilidades de que un niño abusado sea un futuro abusador o violador años después, y en el caso de las niñas abusadas, los traumas son tan grandes que por lo común les impiden vivir las relaciones adultas con plenitud. En aquellos lugares donde la vulnerabilidad es muy fuerte, con casi nula promoción humana, la niña suele ser llevada por la misma familia a conseguir dinero. Pero la explotación sexual no puede ser nunca un trabajo, por eso la barbaridad que constituye en la nueva ley de trata la figura del consentimiento (la ley diferencia a las víctimas mayores de las menores de 18 años, en el primer caso se deberá demostrar que hubo algún método de coerción para que se configure el hecho ilícito). ¿Qué consentimiento puede dar una persona que se ve obligada?. Junto con la trata está la figura de la victimización, porque se necesita esclavizar a quienes se recluta para que cumplan con las órdenes y los objetivos de la organización. Por eso es que no se puede hablar de consentimiento, porque en los prostíbulos, los dueños son los que reciben el botín. Y cuando algunas de las niñas, adolescentes y mujeres han querido irse las han matado, tenemos como ejemplos los casos de Mar del Plata.

¿Qué otras formas, además de las que describió con el secuestro, adquiere la trata y el abuso y la vulneración de los derechos de las personas, en especial de niños, niñas y adolescentes?

Creo que se presenta un abanico inmenso, justamente cuando se abordan los aspectos de la vulnerabilidad. Desde la situación de las madres precoces, cuyos niños les son arrancados muchísimas veces, o tienen necesidad de darlos porque no están en condiciones de llevar adelante esa maternidad, hasta las situaciones terribles que supone el trabajo infantil. En el caso de las niñas que trabajan como mucamas desde pequeñas, es muy común que las familias para las que trabajan, con muy buenas situaciones económicas, quieran la guarda de los niños sin pasar por la adopción. Y sucede que también hay cada vez más casos de chicos que años después son devueltos. Para el caso de quienes los adoptaron a los dos años o más, ocurre que cuando llegan a los 11, 12, o 13 suelen transformarse en chicos conflictivos por su propia historia y quieren, entonces, renunciar a la tenencia. Todo esto es parte de la explotación social de la niñez.

¿Y cómo analiza las otras formas de abuso y violencia contra la infancia y la adolescencia a través de la exclusión y la pobreza" ¿Qué opina de los encendidos pedidos por la baja en la edad de imputabilidad de los menores en conflicto con la ley penal?

Es de terror que en algunos sectores se vocifere con el pedido de la baja en la edad de imputabilidad de niños y adolescentes. A ellos no se les dio lo que se les tenía que dar en su momento, cuando nacieron, cuando empezaron a ir a la escuela. Los niños y adolescentes en conflicto con la ley penal son víctimas de lo que el Estado no les dio, pero tampoco les dio la sociedad. ¿Cómo se va a bajar la edad de la imputabilidad"...Al contrario, hay que hacer un mea culpa, y ver cómo los chicos pueden ser incorporados a una vida más digna, cómo pueden ser rescatados y contenidos y crear las estructuras que sean necesarias para ello. Una prueba de la revictimización de estos chicos es que no tengamos lugares para la recuperación de adictos y que esos lugares estén tercerizados. Otro de los motivos por los cuales nuestros jóvenes han llegado a ser víctimas, de nosotros mismos y del Estado, es que hay dos generaciones de familias y de docentes que no tuvieron límites. Además no tuvieron trabajo, pero no tuvieron límites en su formación y les cuesta ponérselos a los chicos. Esto se ve en las escuelas, donde el niño que trae problemas sociales, que es el común denominador de la pobreza estructural, es expulsado. Por eso decimos que son revictimizados, son muertos en vida. No existen. Cuánta responsabilidad hay entonces en empoderar a la sociedad. ¿Y con qué finalidad", sin duda con la de incidir en las políticas públicas, en las políticas de gobierno. Pero para eso también hay que formar futuros políticos.

Es de lo más común escuchar el discurso que dice que los menores entran por una puerta y salen por otra cuando son detenidos. Que no se los castiga lo suficiente e incluso hay quienes repiten el pedido de pena de muerte...

Pero porque es el discurso que nos venden, entre otros los medios de comunicación social. Porque hay un comercio estudiado, dirigido, para que la mayoría repita el discurso estigmatizador y victimizante. Creo que lo que existe en la sociedad, más que indiferencia, es un mirar para otro lado, a conciencia o no. Y esa sociedad que no se compromete, todo lo que ve es que tampoco hay políticas de Estado que brinden una posibilidad a los chicos, una verdadera contención que les permita, junto a sus familias, encarar una vida distinta y más digna. Por eso culpo a los partidos políticos que se financian con el dinero de la trata y de la droga y estas estructuras que necesitamos para solucionar el problema de la pobreza estructural no existe.

¿Iguala a todos los partidos políticos?

No, no los igualo, pero hay que tener cuidado cuando ponemos el voto en las urnas. Creo que el tema de la ética es lo primero que tenemos que mirar. Desde chicos nos movemos por intereses, deseos. Lo que tengo que asegurarme, para votar, es quién es quién. Porque el político que sube con el interés de enriquecimiento no sirve, porque además va a ser financiado por todo esto que estamos condenando.

¿Qué opinión le merece la condena al cura Julio César Grassi, juzgado por hechos de abuso sexual, y sobre la posibilidad que se le dio de que permanezca en libertad?

Estoy muy enojada porque es visible la discriminación, pero no solamente porque hay violadores o abusadores que han recibido más años de condena como debe darse, sino por lo que significa un abusador. Y esta situación también la conozco porque de alguna manera pertenezco al Comité de Seguimiento de los Derechos de la Infancia donde está Nora Schulman y los doctores Enrique Stola (psiquiatra) que brindó asistencia y contención a "Ezequiel" y "Gabriel" dos de los chicos abusados y Juan Pablo Gallego, abogado que interviene en el caso patrocinando a una de las partes querellantes. Es un peligro que el padre Grassi esté en libertad y con tan pocos años, a no ser que haya una conversión basada en un tratamiento. Este es mi gran temor, mi gran dolor porque es mi familia, es la Iglesia.

Usted intervino años atrás en otros casos, concretamente en Reconquista, en el norte santafesino, por casos de tráfico de bebés con denuncias similares a las que dan en estos días en Rosario?

Anduve mucho en estos temas en la época del primer gobierno de (Jorge) Obeid cuando denuncié al juez Jorge Fernández, de Reconquista, porque la fiscal descubrió tráfico de recién nacidos. Hablo de 15 años atrás, el niño robado fue devuelto pero el juez Jorge Oscar Fernández sigue trabajando. Los medios tienen que llegar a Reconquista, en el hospital de la ciudad se hacían las mismas cosas que ahora se descubrieron en Rosario, aunque fue tan grande el escándalo que por lo que me dicen se ha parado. Pero esa gente hoy está en cargos y funciones de gobierno. Hay casi una regla, donde hay pobreza desaparecen chicos. Cuantas veces vienen a golpear mi puerta para decirme 'sabe que en el barrio una chica dio el bebé'. ¿Y a quién se lo dio? Yo no soy investigadora, pero quien fue a inscribir a ese niño sabía donde podía hacerlo- concluyó.