Un estudiante de 14 años de la escuela Gregoria Matorras, de Salta entre Callao y Rodríguez, sufría una paliza en Catamarca y Pueyrredón, por parte de una patota de un colegio cercano (la técnica de Pueyrredón y Tucumán). En ese momento, el juez de instrucción Javier Beltramone, que pasaba por el lugar, intervino junto a vecinos para detener la agresión. Los atacantes, unos doce menores, fueron arrestados, y en la mochila de uno de ellos se encontró un arma de fabricación casera conocida como tumbera. El joven golpeado debió ser internado en el hospital Centenario, donde anoche se encontraba fuera de peligro. "Veo un niño tirado mientras le pateaban la cabeza en forma salvaje. Enseguida corrimos a pararlos, hace años que no veía esto y menos un mediodía. Yo creo que la víctima no murió porque intervinieron los vecinos", expresó el juez, conmovido.