El temporal fue fuente de inspiración para un grupo de ladrones, quienes inventaron una novedosa modalidad de atraco. La iniciativa consistió en tapar las bocas de tormenta causando anegamientos, con lo cual, los automovistas que circulaban debían parar sus coches. En ese momento, los oportunistas ladrones asaltaban a los conductores. Según informó el director de Defensa Civil, Marcos Escajadillo, "las bocas de tormenta no sólo se obstruyeron con hojas secas sino que hubo un grupo de personas que lo hizo intencionalmente para poder robar a los autos parados en la esquina de Ayacucho y Guillermo Tell". De acuerdo al funcionario, móviles policiales y Defensa Civil debieron presentarse en el lugar para poner fin a la situación.