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Jueves, 26 de marzo de 2009

PSICOLOGíA › LA PUBERTAD SEGúN LA TEORíA DE SIGMUND FREUD

Una época de despertar y desorden

 Por Marina Recalde *

La adolescencia no es un significante que haya sido utilizado por Freud. Siempre se refiere a la pubertad, situándola como el período que sucede al período de latencia. Es allí donde se introducen los cambios que llevan la vida sexual infantil a su conformación definitiva. Las pulsiones autoeróticas, que en el ocaso del complejo de Edipo se habían subordinado al primado de la zona genital, se desplazarán en la búsqueda de un objeto sexual. Este tiempo de cierta cristalización del proceso de sexuación, introduce una diferencia entre el niño y la niña, ahora ya púberes. En él, la tensión que se acumula tiene la posibilidad de la descarga, también al servicio de la reproducción; en ella ﷓una vez más﷓ resulta enigmático. [...]

Estos cambios provocan lo que podemos entender en términos de posibles destinos de la llamada excitación sexual. Es allí donde Freud ubica dos signos: lo que es el signo anímico, la tensión que va acumulando cada vez más displacer; y el signo somático, es decir, en el cuerpo, que es el cambio corporal que allí se produce. El problema es que el aumento de la tensión, que llamaría a obtener más placer, a la vez genera displacer. Y va a situar allí una diferencia importante: hay algo del placer previo ﷓la excitación de las zonas erógenas﷓ ya presente, dice Freud, en la pulsión sexual infantil. Lo nuevo entonces es este placer final, lo inédito que implica la posibilidad de poder descargar tensión que se inaugura en la pubertad. Con lo cual, Freud ubica en la pubertad la separación entre el carácter masculino y femenino. Es allí donde se renovarán las sendas que resignificarán después el camino a la elección de objeto.

Pero la sexualidad como tal no empieza en la pubertad: ya el niño es perverso polimorfo. Polémica y provocadora afirmación de Freud, que en la época victoriana no podía dejar de causar revuelo. Hay algo que, acallado en la latencia, despierta. Freudianamente, algo se reedita. Algo allí despierta, y también sacude, desordena, y queda a la espera.

La compilación incluye, entre otros artículos, "Adole(s)cer o la abolición de la primavera", por Germán García y "El primer beso", por Débora Nitzcaner. Más información: http://www.gramaediciones.com.ar/

*De la introducción del libro "Púberes y Adolescentes. Lecturas lacanianas", compilado por Marina Recalde. Grama Ediciones. Comunidad Virtual Russell ﷓ Psicoanálisis.

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