Jueves, 10 de octubre de 2013 | Hoy
PSICOLOGíA › ABORDAR LA MELANCOLíA EN LA CLíNICA PSICOANALíTICA
Por Cristina De Biasi*
Como bien señala Juranville, es ese "teatro del terror" el que invade al melancólico hasta la médula, es el triunfo de la inmanencia inerte del cuerpo que lo aprisiona. Freud nos habla del triunfo del objeto. No obstante, y a partir de allí, emergen las siguientes preguntas: ¿qué objeto está en juego en la melancolía? Por otro lado, ¿Qué mecanismo? Ya Freud indicaba la dificultad para precisarlo. Sin embargo, no dejó de señalar la vía: la muy singular identificación que está en juego en la melancolía.
Dicha posición subjetiva no deja de ser una pregunta abierta, también en este otro sentido: ¿neurosis narcisista o psicosis? Las argumentaciones en favor de uno u otro de estos avatares de la estructura se reparten en desacuerdos teóricoclínicos inconciliables, los cuales no dejan de revelar impasses de la clínica. De nuestra parte no renunciamos a las fluctuaciones clínicas del término melancolía, de allí el título de este texto donde el plural alude precisamente a estas últimas.
Ingresamos al tratamiento de esta problemática poniendo de relieve ciertos ejes diferenciales respecto del saber de la Psiquiatría. En ese sentido, abordamos la cuestión de la causa, lo cual es ya interrogar el objeto e introducir por esa vía el tema del dolor, enlazado en primer lugar a su expresión más extrema: el de no sentir ya nada.
Sesgo este último desde el cual interrogamos, en primer término, la melancolía en el terreno de las psicosis, haciendo eje en el síndrome de Cotard que la singulariza, y a propósito del cual articulamos un fragmento clínico. La voz cruel del superyó, irrumpiendo desde lo real, se cifraba en cierto sujeto desde esta frase: "Dicen que no merezco vivir", y desde su dolor de existir hablaba de un "morir sinfínicamente", clamando a dios por su muerte.
A partir de allí un punto de inflexión se produce en nuestro recorrido, desde el cual comenzamos a interrogar la melancolía en el terreno de las neurosis narcisistas, intentando situar en primer término el dolor en la estructura, y su articulación al dolordesesperación propio de la melancolía. Antes de pasar a su diferenciación respecto de la posición del sujeto en el duelo, abordamos el lugar intervalar de la angustia en la constitución del objeto, es decir, en la cesión del objeto. "En mí todas las funciones están mal", decía una paciente desde un sufrimiento infinito y desde un ser aprisionado en el cuerpo; fragmento clínico desde el cual pondremos de relieve las dificultades en la constitución del cuerpo pulsional.
Trabajamos luego el duelo, diferenciando allí duelo patológico y melancolía. Nuestro recorrido desemboca en el abordaje del mecanismo en juego en la melancolía, y con ello se verá desde qué articuladores teóricos pensamos la identificación melancólica. Otro fragmento clínico situará cómo el sujeto, desde su texto más elemental, pondría de relieve el objeto que ha triunfado sobre el yo.
*Psicoanalista. Autora del libro "Ser nada, formas clínicas de la melancolías en psicoanálisis".
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