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Jueves, 27 de agosto de 2015

PSICOLOGíA › LA "IDEOLOGíA DE LA CRIANZA" DE LA éPOCA NO ES NATURAL, SEGúN DIJO LACAN

Las otras madres, voces disonantes

La propuesta de las nuevas maternidades es el rechazo de la ciencia uniformizante, considerada como un Otro violento, y el recurso al saber de las madres y las abuelas, a la búsqueda de la Madre Tierra y sus recetas indígenas y ancestrales.

 Por Clara Bermant*

Con los términos "ideología de la crianza" (en La familia, 1938) Lacan hace referencia a la costumbre, en todas sus variaciones, a la necesidad considerada individualmente, el condicionamiento social y económico y la moda. La ideología de la crianza se impone sobre la idea de una creencia natural. Cada época tiene sus madres. En nuestra época, además, las madres están de moda. Con lo que tiene la moda de beneficio estético, pero también de brillo efímero.

En 1969, Lacan nos advierte: "Nuestra época es la primera que siente el cuestionamiento de todas las estructuras sociales por el progreso de la ciencia". En cuanto a las maternidades, esto se ha hecho evidente: el campo de la reproducción no sexuada gana terreno y adeptos. Los "singles" también pueden tener hij@s. Ellos pueden recuperar su antigua condición de Ellas y embarazarse. El amenazante "reloj biológico" se adelanta o retrasa según convenga.

Pero la propuesta de las nuevas maternidades es el rechazo de la ciencia uniformizante, considerada como un Otro violento, y el recurso al saber de las madres y las abuelas, a la búsqueda de la Madre Tierra y sus recetas indígenas y ancestrales. El retorno al instinto materno.

Parto natural, lactancia materna prolongada, colecho y "apego" son 4 pilares de esta propuesta, heredera de la "Liga de la Leche" materna surgida en Estados Unidos en los años 50. El renacimiento de dicha liga tiene que ver (según María Milagros Rivera), "con un malestar grave entre las mujeres de nuestro tiempo en edad fértil, malestar cuya expresión e invención de prácticas con que curarlo han sido facilitadas por la disolución misma de relaciones vinculantes traída por el final del patriarcado, final traído al mundo, a su vez, por﷓mi﷓generación."

Las nuevas maternidades se reúnen en pequeños grupos, facilitando los lazos de identificación en torno a un ideal de "amor y armonía", ideal que deja ver, en su envés, las figuras del "amor forzado" que describió Elizabeth Badinter.

Mi preocupación (conciente) junto a mi interés teórico por las maternidades tiene algo más de 30 años, época en la que el libro de Marie Langer: "Maternidad y Sexo", se convirtió en un aliado para pensar esa pareja de conceptos, a veces radicalmente diferenciados, otras confusamente superpuestos.

Al mismo tiempo fui primero alumna, luego docente, de aquel entrenamiento para el previsto "parto sin dolor" que acompañó a más de una generación. El parto sin dolor era un parto de protesta. Las nuevas maternidades evocan otras inquietudes.

El parto es una experiencia de profunda soledad que los distintos discursos se esfuerzan por paliar, intentando hacer lazo. La lactancia, por el contrario, pone al otro en escena. Al otro, el lactante, y al Otro cuya voz interior nos anima o nos abandona en la experiencia.

A lo largo de la historia se han producido distintos discursos para poder asimilar por la vía de lo simbólico del lenguaje esa experiencia del parto y del encuentro con un nuevo objeto (con un origen cada vez más incierto), experiencia que en si misma se resiste a dicha simbolización. A las nuevas madres se les propone un modelo que, queriendo presentarse como antagónico al modelo de la ciencia, conduce al mismo "cul de sac" (impasse): universalización y homogeneización. Todas iguales en la identificación a los mismos valores, en este caso el encuentro con la madre naturaleza y las hermanas de la tribu. Como toda propuesta masificadora, ofrece la tentación de refugiarse en el grupo y someterse al estado hipnótico que brinda ese amor entre tod@s junto a la promesa del parto orgásmico y la nueva cópula madre hijo/hija. ¿Qué se producirá cuando se haga visible la diplopía entre el parto prometido y el parto real, entre el hijo esperado y el que llega, entre un orgasmo sin precedentes y el dolor enajenador de las contracciones?

Explicaremos la diferencia entre la búsqueda de la identificación, que también ofrece una vertiente pacificadora ﷓el ser como tod@s, la normalización﷓ y la emergencia del goce separador y las fantasías y síntomas que le acompañan, con su poder desestabilizador. Cuanto más el discurso empuja en el apego y en la exaltación del amor, más se disparan los deseos agresivos que ya no tienen ningún lugar en el discurso.

Y algunas voces disonantes que se dejan oír, entre la repetición y la sorpresa, en la soledad del dispositivo analítico, donde, una vez más, las teorías sexuales infantiles encuentran su lugar.

*Psicoanalista. Coordinadora del G.E.M.A. (Grupo de Estudios sobre las Mujeres en la Actualidad). Colegio Oficial de Psicología de Catalunya.

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La Liga de la Leche parte de una identificación en torno al ideal de "amor y armonía".
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