"Esto fue la gota que rebalsó el vaso. Estábamos acostumbrados a que roben a los obreros cuando iban a trabajar; que roben en las obras con la gente trabajando, llevándose motos o bicicletas; que a la noche se lleven los materiales, pero nunca pensamos que podía pasarle algo así a un profesional de la construcción, que lo maten cuando iba a trabajar", expresó el presidente de la Asociación Empresaria de la Vivienda (AEV), Marcelo Pasardi, durante la concentración que se realizó ayer en Cerrito y Constitución para pedir justicia por Sandro Procopio.

Pasardi sostuvo que el homicidio del arquitecto "superó todos los límites", y agregó un detalle sobre la situación de inseguridad que se verifica en el rubro de la construcción. "Los serenos, prácticamente, tuvieron que ser relevados de las obras porque los delincuentes no sólo entraban a robar sino que les pegaban y hubo casos de serenos asesinados". "Buscamos otras opciones como alarmas, custodios que hacen rondines alrededor de las manzanas para que no se roben los materiales a la noche", agregó.