Domingo, 10 de agosto de 2008 | Hoy
OPINIóN › PANORAMA POLíTICO
Por Pablo Feldman
Probablemente por cuestiones estratégicas, el gobierno de Santa Fe se ha caracterizado desde su asunción -hace ya 8 meses- por no realizar anuncios de inmediata concreción sino que desde que surge la versión entorno a un tema hasta que finalmente se concreta transcurre un lapso en el que seguramente se mide la reacción de la opinión pública. Así fue con el aumento del sueldo del gobernador y sus ministros -para citar el primer caso- y así parece que será con la suba de impuestos y el reajuste de las tarifas. Sin que se dieran precisiones, la idea del retoque impositivo fue dada a conocer por miembros del gabinete -en primera instancia- y confirmada por el propio gobernador más tarde, aunque sin dar detalles. Algo similar ocurrió con las tarifas, donde Angel Sciara llegó a decirle a este cronista que "no se prevé por ahora" justo un día antes de que su colega Antonio Ciancio lo admitiera públicamente: "Van a aumentar la luz y el agua". A esta altura nadie tiene dudas de que los santafesinos tendrán que pagar más de lo que venían pagando, pero cuánto y desde cuándo es lo que está por resolverse.
Esta semana, el presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria le reclamó al gobierno que "diga cuánto y por qué quiere aumentar los impuestos, pero antes que eso que diga qué hizo o qué piensa hacer con los casi 2000 millones de pesos que heredó de la gestión anterior", dijo Luis Daniel Rubeo. El legislador -que además preside el PJ de Rosario- anticipó que "el tema impositivo debe necesariamente pasar por la Legislatura, y si bien el oficialismo tiene mayoría en la Cámara baja, va a ser muy bueno que los santafesinos conozcan las diferentes posiciones y argumentos a favor y en contra del aumento", sostuvo. En rigor, el PJ espera que se monte ese escenario donde los socialistas "que se lucieron en contra del aumento de las retenciones en el parlamento nacional, vean cómo es la cosa del otro lado del mostrador", confió a Rosario/12 otro legislador del FPV.
Ya el Senado -dominado por el peronismo- le dio un "anticipo" al gobierno elevando el monto de la coparticipación a las comunas y municipios, con el apoyo de los Intendentes de las principales localidades. En ese sentido hay destacar que tanto Miguel Lifschitz como Mario Barletta se mantuvieron al margen aún cuando las arcas municipales arrastran un déficit que de no modificarse el vector va a ser difícil de controlar. Desde el gobierno se contrarresta diciendo que "para que haya un nuevo sistema de coparticipación provincial, primero debería haber una nueva ley de coparticipación nacional, que no se modifica desde 1993", como lo afirmó Antonio Bonfatti respaldando el anuncio tajante de Sciara que pretendió clausurar el debate afirmando: "No hay ninguna posibilidad de modificar los montos coparticipables", y agregó que "los municipios ya obtuvieron un beneficio cuando se los eximió del pago de la alícuota del Fondo de Asistencia Educativa (FAE)".
Pero para el FPV eso no es así, y su jefe de bloque insistirá en un reparto más generoso; "la coparticipación nacional se viene incrementando mes a mes porque está subiendo la recaudación. No le estaríamos metiendo la mano en la caja al gobierno provincial, sino que le estaríamos dando una ayuda a los municipios proporcional al aumento que llega desde la nación", dijo Rubeo que rescata los números que la presidenta Cristina de Kirchner leyó en presencia de Binner en el Salón Blanco en un acto -organizado al efecto- en plena crisis del campo, a poco de que el líder socialista se manifestara en contra de las retenciones.
Es posible que la semana que se inicia vuelva a poner en el centro de la escena el tema impuestos, y que comparta la atención con la discusión salarial que necesariamente debe rehabilitarse teniendo en cuenta la dilución del aumento otorgado a principio del año por la escalada inflacionaria. En este sentido no hay una sola posición en el gabinete, y se espera que sea el gobernador el que laude entre Angel Sciara por un lado y la Ministra de Educación Elida Racino por el otro. El Ministro de Hacienda quiere retrasar el incremento a los docentes -que provocará uno igual o mayor para UPCN- lo máximo posible, y la titular de Educación no quiere que haya más paros de los maestros. Una y otra cosa juntas son imposibles, y la dilación de las negociaciones puede transformarse en la peor de las opciones si es que al final se dará el aumento pero no se evitarán los paros. La idea de "mostrar los números" es un gesto de transparencia, pero a la vez la interpretación dispar de los recursos con que cuenta la provincia puede tener un efecto contrario al deseado, sobre todo en las cúpulas sindicales.
Desde ya que el gobernador no quiere que haya paros, pero tampoco que le manejen la caja. Se trata de un delicado equilibrio que puede romperse en la medida en que no haya una sola posición, un diálogo claro y franco, y una propuesta que pueda sostenerse en el tiempo. Postdatar la discusión a salarial hasta la resolución del tema impuestos y tarifas es una opción riesgosa. Tampoco el gobierno puede entrar en el "tire y afloje" que sugirió algún sector de la oposición que incluía el tema de la reforma constitucional. En ese sentido, la reforma de la Carta Magna es tanto o más importante que los temas que hoy se discuten y que son coyunturales. Un cambio en la Constitución no puede ni debe estar supeditado a urgencias circunstanciales y en eso el gobierno está firme. De todos modos algo va a tener que negociar con el PJ, y no ya hablando de la ley suprema, sino de los temas que por su urgencia desplazan a otros tal vez más importantes. Y eso Binner lo sabe, incluso desde antes de ganar las elecciones; no controlar el Senado obliga a un esfuerzo de imaginación y cintura política que no todos sus colaboradores tienen, aunque presuman de ello. El peronismo que gobernó -casi un cuarto de siglo- con mayoría en ambas Cámaras debió replantear más de una vez sus estrategias para salir adelante, e igualmente no pudo zafar de las medidas de fuerza de los gremios de trabajadores del Estado. "Hace 14 años que no se aumentan los impuestos en la provincia, es una actitud demagógica", se enfatizó desde la Casa Gris. Es opinable, pero aún cuando así fuera, aumento de impuestos más posibles paros no parece el mejor escenario para una gestión que tiene más de tres años por delante, y el que viene una elección que sin dudas va a marcar el futuro político de la figura que hoy cuenta con las mejores perspectivas de la política nacional -según todas la encuestas- que es Hermes Binner.
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