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A siete meses de haber asumido el cargo, la intendenta Mónica Fein cree estar en camino de haber superado escollos importantes y en condiciones de dar impulso a su gestión, a pesar de las dificultades financieras. En esa dirección, en estos últimos días tuvo reuniones clave con el ministro de Trabajo Carlos Tomada para coordinar acciones por un congreso internacional de ministros de trabajo que se desarrollará en Rosario en septiembre. También avanzó con el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina en la autorización para que Rosario tome el crédito de 100 millones de pesos del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (Birf) dependiente del Banco Mundial. La posibilidad de ese préstamo expira en septiembre, pero desde la Nación le dijeron a Fein que pueden extender el plazo y que estarían autorizando los expedientes en breve. Sería parte de un desahogo importante para el municipio que podría impulsar obras de cloacas en al menos una docena de barrios rosarinos.

En ese sentido, hay que recordar que el plazo de una década para estas obras de infraestructura ha quedado superado por la realidad: De los 40 millones por año que se comprometía a invertir el municipio desde 2010, sólo se cuentan en la actualidad con unos 8 millones de pesos. En base a esa situación es que el concejal Héctor Cavallero recomendaba apartar la totalidad de lo que recibe por año el municipio en concepto del Fondo Sojero (unos 100 millones) para obras de cloacas y pavimento. Esta semana, la intendenta sin hacer nombres propios criticó a los "concejales que dicen que la municipalidad está fundida pero después sus partidos a nivel provincial no votan la reforma tributaria", que daría más dinero a todas las localidades santafesinas.

La otra reunión clave de la intendenta Fein fue con el secretario de Transporte de la Nación, el ex intendente de Granadero Baigorria Alejandro Ramos. La tensión política y el cruce que se generó con su par provincial Alejandro Boggiano por el tema de los subsidios al transporte; no impidió que el Ejecutivo local avance en algún tipo de entendimiento a futuro. Sobre el tema, Fein sigue creyendo que hay una inequidad manifiesta con lo que recibe Rosario (22 millones de pesos por mes) y reclama por lo menos el doble para el sistema local. Como argumento político, Ramos prefiere barajar otros números y señala que "casi el 82 por ciento del boleto en Rosario está subsidiado por Nación". La intendenta respondió que "no es esa la cifra, pero aunque lo fuera yo pido el 90 por ciento, como tiene Capital Federal y el área metropolitana de Buenos Aires", retrucó. Con todo, el debate se postergará para el año próximo porque en Rosario creen que este año ya no habrá modificaciones sustanciales en materia de acuerdos salariales de los choferes, como así tampoco aumento desmedido de insumos que influyan de manera decisiva en la estructura de costos. A tal punto que Fein se animó a decir públicamente que "no habrá modificación tarifaria del transporte en lo que resta del año".

Carriles, cocheras y el Frente.

De a poco la intendenta cree que los desafíos de inicio de mandato podrán ser superados. Uno de los primeros y principales fueron los carriles exclusivos. Allí la cerrada oposición de algunos sectores del comercio, las críticas de usuarios del transporte público y las observaciones de los taxistas; parecieron por un momento hacer tambalear la iniciativa. Pero bastaron unas semanas de rodaje para hacer notar la velocidad y optimización del servicio en el recorrido de estas zonas exclusivas. Viajes que antes tardaban 12 o 15 minutos, pasaron a realizarse en menos de la mitad de ese tiempo. Lo que compensa el descontento que generó el traslado de algunas paradas que obligó a usuarios habituales a caminar dos o tres cuadras más.

El tránsito y sus problemas que empezaron a ser estructurales en Rosario, fue de los primeros puntos en la agenda de la intendenta cuando asumió en diciembre pasado. La batalla de los carriles podría decirse, ha comenzado a dar sus saldos positivos y ceden las oposiciones. Ahora, el segundo paso son las cocheras subterráneas. En ese punto, el Ejecutivo -que nunca resignó lugares en su debate con el Concejo Municipal- cree estar cerca de la aprobación definitiva del proyecto. Sostiene que "una parte de la oposición acordará con la obra de cochera subterránea de la plaza del Foro, otra se inclinará por aprobar alguna otra más alejada y seguramente seremos acompañados por algún otro bloque en la cochera subterránea de Plaza San Martín", confesó un funcionario a este cronista. En ese sentido, cree el socialismo que su aliado en esa parte del proyecto -la más crítica por cierto- serán los concejales del PRO, cuyo jefe de bloque Roy López Molina no dice ni sí ni no cuando es consultado. Será una negociación muy fina con esos ediles con los que el Ejecutivo ha sabido contar para las decisiones difíciles y las votaciones ajustadas. Más allá de la distancia ideológicas que haya de por medio, se sabe, la realidad concreta exige muchas veces un alto nivel de pragmatismo político.

En el conflicto con los taxis, seguramente se otorgará un incremento de tarifa pero a cambio el gobierno espera contar con un control más directo del servicios, a través de la generalización del GPS abordo de las unidades. Hay una 800 coches que no cuentan actualmente con ese dispositivo porque se niegan a darle un negocio a las empresas de radiotaxis, pero que estarían dispuestos a que sea el municipio el que ejerza el control.

Por último, la intendenta y sus colaboradores creen haber superado también otra crisis que tuvo alto voltaje en los medios. La que se refiere a la salida estrepitosa de la secretaría de la Producción del radical aliado Sebatián Chale, que pegó el portazo en medio de una conferencia de prensa que derivó en un acto político con la presencia de los concejales Jorge Boasso y María Eugenia Schmuck, y hasta tuvo el aval del presidente del comité Nacional de la UCR, Mario Barletta. Sucede que ahora Barletta suavizó el discurso y se ve más cerca de Hermes Binner en la lista de candidatos a diputados nacionales para el año próximo. "Si esto sigue así, estos radicales que intentaron dinamitar el Frente en Rosario, van a quedar muy aislados", se entusiasmaron varios referentes del socialismo en la ciudad. El tiempo dirá porque a nivel provincial el crugido que hizo la coalición en Rosario, no deja de tener sus repercusiones. Ayer nomás, el diputado radical Maximiliano Pullaro disparó que "sería engañar a la gente concurrir a elecciones con una lista conjunta", entre radicales y socialistas. El que ya tomó la decisión fue el concejal Jorge Boasso que anunció públicamente que competirá contra Binner como candidato a diputado nacional, con un lista radical propia y por afuera del Frente Progresista.

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