OPINIóN › SIETE DíAS EN LA CIUDAD
El tren sanitario de la Nación que estos días pasó por Rosario, no sólo puso los pelos de punta al socialismo. Hay sectores del kirchnerismo santafesino que observaron con detalle la maniobra a la que consideran destinada a potenciar a nuevos dirigentes del espacio. Las dificultades políticas y técnicas para el armado electoral que se viene.
› Por Leo Ricciardino
La llegada del Tren Sanitario del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación esta semana a Rosario, puso los pelos de punta a todo el socialismo. Desde el ministro de Salud Miguel Cappiello que acusó a la maniobra de "intervencionismo político", al senador Miguel Lifschitz que dijo "querer traer salud a Rosario en un tren es como querer llevar vino a Mendoza"; en obvia alusión al desarrollo que tiene la atención primaria y todos los niveles de salud en la ciudad desde que Héctor Cavallero tomó la decisión política de destinar más del 25 por ciento del presupuesto municipal a esta área.
Para el gobernador Antonio Bonfatti fue "una absoluta pantomima" porque precisó que los exámenes de papanicolau para las mujeres por ejemplo "después tuvieron que ser completados en nuestros nosocomios". Y más allá de la política juzgó la llegada de la formación que el doctor Carrillo creara allá por el '48, como "perjudicial" porque desestructuró el sistema de atención primaria en la ciudad con su presencia. Para el doctor Bonfatti un tren de esta naturaleza "puede tener sentido en regiones como el impenetrable chaqueño donde quizás hay personas que hace mucho no tienen una consulta con un médico, pero no aquí en Rosario", insistió.
No hay duda de que la incursión molestó a las autoridades locales y provinciales pero no eran los únicos que observaban con suspicacias al costado del andén. Hay un sector del peronismo que intuye que otros grupos quieren sacarlo del medio de la escena "desde arriba". Es decir, con apoyo y dinero de ministerios estratégicos pretendiendo dar lecciones de cómo se debe hacer oposición al socialismo en Santa Fe.
Es una película vieja que ya se vio y expresó su fracaso máximo de taquilla cuando dos legisladores peronistas "desembarcaron" en Rosario para presentar un libro llamado "La secta socialista" que fundamentalmente atacaba la figura de Hermes Binner. Pero no contaron con la reacción del dirigente que llegó hasta la misma presentación en un hotel de Rosario, se sentó en primera fila y al poco tiempo atrajo a todo el periodismo de la ciudad que fue a cubrir las instancias de una acción tan poco común. Por supuesto, nadie se acordó de qué decía el libro y ni siquiera del apellido de los diputados. Binner se llevó todos los micrófonos y el triunfo en la acción de esa tarde.
Sin la frontalidad de María Eugenia Bielsa que renunció a su banca con graves acusaciones hacia Agustín Rossi y Luis Rubeo, por tejer supuestos pactos espurios con el gobierno socialista para la aprobación de leyes fundamentales; hay otros sectores del propio kirchnerismo que también tienen en la mira a los mismos protagonistas. Aunque sus maniobras son más solapadas, por ahora. Son los sectores que aparentemente "manejaron" el tren de Carrillo desde Buenos Aires para llegar a Rosario.
"No nos pueden ganar en el terreno entonces nos quieren correr desde arriba", dijo a este periodista una fuente del rossismo. En el mismo sentido hizo sentir la "indignación" por la foto de los líderes del Movimiento Evita de Rosario junto al secretario de Transporte de la Nación e intendente en suspenso de Granadero Baigorria, Alejandro Ramos.
La tensión con el Evita ya se había hecho sentir en la sesión de Diputados en la que José María Tessa asumió la banca que dejó vacante Bielsa. Los diputados Gerardo Rico y Eduardo Toniolli no estuvieron en el recinto mostrando su desagrado porque querían imponer en ese lugar a una joven del movimiento Evita de la ciudad de Santa Fe. "Son cosas que no se hacen, no había ninguna posibilidad legal de que esa banca no le correspondiera a Tessa", dijeron cerca del presidente de la Cámara Luis Rubeo.
Como se ve, Rossi no tiene enfrente sólo a la beligerante ex vicegobernadora. Si a esto se suma que la Ley de Cupo obligará en esta ocasión al peronismo santafesino a colocar a una mujer en los dos primeros lugares, la complejidad del panorama está completa. La lista Jorge Obeid-Agustín Rossi (o viceversa) que muchos pregonaron es inviable legalmente por esta cuestión. Esta y no otra es al parecer también la razón por la que el intendente de Chaváz Osvaldo Salomón se alejó rápidamente de su compañero de fórmula Del Sel. No era que sus chistes ya no le hacían gracia, sino que por ser hombre no podía acomodarse detrás del cómico en la lista de diputados y por lo tanto se apresuró a volver al redil peronista en busca de una chance. Aunque remota, por supuesto.
Por otra lado, una nómina que incluya a Bielsa en los primeros lugares y relegue a Obeid o Rossi al tercer lugar pero aún expectante, no es sustentable políticamente porque no sería posible la convivencia del actual jefe de la bancada oficialista y la arquitecta renunciante en la misma nómina.
Una interna que incluya una lista Obeid-Bielsa por un lado y Rossi por el otro choca con la Carta Orgánica del Partido Justicialista que establece el 75 por ciento de los cargos para los ganadores y el 25 por ciento para el segundo. Es decir, el que pierda la interna aunque sea por un solo voto tendrá que resignarse a un cuarto lugar en la lista en una elección en la que Santa Fe renueva 9 bancas y donde enfrente del peronismo estarán Hermes Binner, Mario Barletta y Miguel Del Sel.
Esta cuestión reglamentaria da contexto a un rumor que viene creciendo en los últimos días: Sectores afines a Rossi pretenden impulsar la reforma a la Carta Orgánica partidaria.
Con todo, queda otro escenario: El de la diáspora. Esto es, que el peronismo presente por afuera de la estructura partidaria tantos frentes o alianzas como sectores quieran ingresar a la compulsa. Se dice que hay dirigentes a los que no les desagrada esta posibilidad ante el impedimento insalvable de la pretendida unidad. "Sería un desastre, pedazos de escaso porcentaje desperdigados por todo el escenario electoral", dijo un experimentado dirigente peronista consultado sobre las futuras estrategias. En esta misma línea de razonamiento, pesimista por cierto, la otra pregunta que le surge a esta fuente peronista es "¿quién va a querer ser candidato a gobernador del peronismo en 2015 si terminamos con una gran derrota en las urnas este año?".
El ex gobernador Obeid lo dijo en una entrevista a Rosario/12 con todas las letras: "Salimos terceros en la última elección, debemos asumir eso y empezar a trabajar para revertir esa situación". Ante tanta necesidad todos miran a la dama, uno de los pocos anchos que aún conserva el ajado mazo peronista. Pero hoy por hoy, ni la misma María Eugenia Bielsa sabe bien qué papel le tocará jugar este año, si es que le toca alguno, o se reserva para el desquite de 2015.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux