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"Es una decisión que mantuve, mantengo y mantendré", dijo Carlos Reutemann a un periodista de la capital provincial, por primera vez al aire y "on". Se refería a su determinación de no competir por un tercer mandato como gobernador. Y si bien todos en el peronismo dijeron que "eso es lo que Lole siempre manifestó" (sic. Jorge Obeid), ninguno se atrevería a negar que íntimamente albergaban la esperanza de que el silencio del ex-piloto fuera una estrategia para un clamoroso lanzamiento el año que viene.

Pero ha sido el propio Reutemann el que terminó de sepultar esas esperanzas que -fuera de Rafael Bielsa, y en menor medida Agustín Rossi y Omar Perotti, precandidatos sustitutos- las intrigas reutemistas alimentaban permanentemente.

Cabe preguntarse porqué el Lole dijo lo que dijo justo en estos momentos. Nadie que lo conozca puede decir que la generosidad política es una de sus virtudes, mas bien lo contrario, Reutemann tiene una concepción "luisista" que hasta sus más cercanos colaboradores han padecido. "Después de mí, el diluvio", podría ser una de las marcas del ex-piloto, solo que en el caso de las devastadoras inundaciones se invirtieron los términos. En cualquier caso, Reutemann no se bajó definitiva e inequívocamente de su postulación a gobernador para "ayudar" a ninguno de los tres precandidatos. Fue explícito al decir que "el que sea, tendrá que ganarse la confianza de la gente". Ni más ni menos, y a partir de allí la diáspora del reutemismo se puso de manifiesto con Roxana Latorre apoyando a Perotti, Angel Baltuzzi junto a Bielsa, y recientemente Federico "Sobrino" Reutemann apostando por Rossi. De lo que ya no se habla es del "cuarto hombre", y aún los mas avezados expertos en internas peronistas se atreven a pronosticar qué harán los seguidores del Lole que seguramente comenzarán a buscar su lugar bajo el sol.

Algunos que han hablado con el Lole -y que pidieron reserva de identidad- refieren que "no apoya a nadie, está en otra cosa, incluso a nosotros nos dijo en broma que hablemos con Obeid", relato un legislador a Rosario/12. Lo cierto es que más allá de la previsible jugada personal del ex-piloto, el PJ en su conjunto no puede articular una estrategia común y ya han comenzado a verse algunas grietas que probablemente se profundicen.

En los principales despachos de la Casa Rosada, entre los que no está el de Juan Carlos Mazzón, la salida definitiva del Lole es la mala nueva, y salvo un hecho extraordinario están empezando a asimilar una posible derrota a manos de Hermes Binner. Más aún, ya se han hecho algunos contactos informales con dirigentes del socialismo en función de los comicios que serán un par de meses antes de la elección presidencial. Al presidente Néstor Kirchner le importa más qué pasará en Santa Fe a la hora de la elección nacional y de diputados que quien llegue a ser el gobernador de la Provincia. De tal modo que lo que se viene es una escalada por parte de los precandidatos para posicionarse para una pelea muy complicada y seguida a prudente distancia por los hombres del Presidente que están a abocados a "K-2007", llámese Néstor o Cristina.

ELLA O EL

Casi al mismo tiempo que se publicaba la noticia de que Julio Cobos era el elegido para secundar a NK o CFK en el binomio presidencial (diario La Nación), el Lole le hacía saber al país -por primera vez de su propia boca- que no sería candidato en Santa Fe, y en menos de 5 días, su fiel compañera de bancada, Roxana Latorre, organizaba un acto con la leyenda "Cristina 2007", casi nada.

Colegas en el Senado, la convocatoria de Latorre podría decirse fue el primer acto de "cristinismo explícito" y quienes conocen la trayectoria política de la santafesina saben perfectamente que Roxana no hace nada que el Lole no quiera.

¿Será una simple coincidencia que en menos de 72 horas salió la noticia de Cobos vice, Reutemann bajándose de Santa Fe y Latorre lanzando a Cristina? Se verá con el tiempo, por ahora lo que ha quedado claro es que al ex-piloto poco le importa lo que suceda con sus compañeros en la elección provincial, y a su favor tiene que ninguno se atreverá a reprochárselo por un abstracto temor a perder un apoyo que no existe. Así funciona el PJ posreutemann, despegándose de una eventual derrota electoral y esperando ver a quién le mandan la cuenta.

Distinta es la situación del gobernador Jorge Obeid, que sin haber podido generar un candidato fuerte -entre otras cosas por la actitud de Reutemann- cada vez se esfuerza menos en disimular que su fichas están puestas con Bielsa, más por descarte que por convicción.

La agenda del ex canciller es manejada por hombres de la primera línea en la operación política obeidista. Mas allá de otras compañías frecuentes del diputado por la Capital Federal, el "armado" es de cepa obeidista.

Rossi, en cambio, parece haber levantado el tono y su imploración por "internas ya" lo colocan en un punto de no-retorno en las originales intenciones de La Rosada de un "candidato de consenso". Se hace muy difícil imaginar a Rossi -y más a Bielsa- "bajándose" para apoyar al elegido sin interna. En este punto, lo que parece una desventaja, puede terminar siendo una salida elegante para el rafaelino Perotti, que parece más preocupado por lo que pasará en el PJ de Santa Fe después del 2007 que en los comicios propiamente.

Perotti podría llegar a ser el vice la fórmula. No quiere, pero si funciona el "dedazo", antes o después, tanto Rossi como Bielsa probablemente lo vayan a buscar, y la respuesta no será exclusivamente suya.

El "valor agregado" que el intendente de Rafaela anhelaba tener ya no será posible, el Lole hizo la de siempre y dejó a todos peinados para una foto que no será.

El panorama comienza a despejarse: ya se sabe quién no va a ser.

Es probable que antes de fin de año se sepa de otro más, y en definitiva, cuando Kirchner quiera el Frente Para la Victoria tendrá sus gladiadores. Será cuando quiera K, y como quiera K; la era reutemista ahora sí forma parte del pasado. Mas aún si se diera la lejana posibilidad de que Cristina sea la Kandidata y él, el número dos.