Diecisiete menores -prácticamente la mitad, ya que había 35 alojados- del Centro de Alojamiento Transitorio (CAT), que funciona en Dorrego 950, se fugaron en la madrugada del domingo tras limar barrotes, romper los candados de dos puertas y escalar una pared que da a una vivienda lindera. Cuatro de ellos fueron recapturados, mientras la policía continúa realizando una intensa búsqueda del resto. Fuentes de la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) mostraron ante Rosario/12 su sorpresa por las características del escape masivo, sin que la guardia policial advirtiera nada, justamente a una semana de que asumiera un nuevo jefe del CAT, el inspector Silvio Porto, quien había comenzado a poner en marcha diversas medidas para mejorar la calidad de vida de los detenidos.

El propio Porto narró que los jóvenes del pabellón Nº 3, ubicados en los fondos del CAT, limaron un barrota del sector, con el que a su vez hicieron palanca sobre el chapón de la puerta, efectuando una hendidura. Por ese espacio uno de los de físico más pequeño habría pasado para luego romper el candado y franquearle el paso al resto. Luego realizan la misma operación con el portón del pabellón Nº 2, para ganar el patio interno del centro, donde con sábanas trepan una alta pared para llegar a una vivienda vecina, desde donde ganan la calle. Uno de los fugados fue detenido en esa casa, mientras otros tres en distintos puntos de la ciudad.

Al momento del escape, la guardia policial estaba integrada por un oficial, un ayudante y un cabo, quienes dijeron "no haber escuchado ni advertido" la maniobra de los presos menores, señaló Porto. La justicia deberá determinar ahora porqué sucedió eso y si los uniformados cumplieron con la ronda de inspección que deben realizar cada quince minutos. También deberá establecerse de dónde sacaron los menores la lima utilizada para cortar el barrote que les sirvió de herramienta.

Por lo pronto, desde la CTC no pueden dejar de vincular la fuga con los cambios que había comenzado a instrumentar Porto, quien está al frente del Centro sucediendo a una interior conducción cuestionada por presuntos apremios a los presos y por su escasa preocupación por las condiciones de detención. Antonio Tesolini, de la CTC, dijo a este diario que "luego de una reunión con el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, logramos la separación del jefe anterior, y sospechosamente a una semana de que asuma Porto, se da esta fuga masiva". Clara Giavedoni, responsable de la CTC que mantiene contacto con los detenidos del CAT, destacó que Porto hasta "había arreglado con sus propias manos una radio para los detenidos", pero aparentemente "parte del personal policial no estaba muy contento con su asunción".