En medio de las presiones de los constructores e inversionistas por demoler más y más edificios antiguos, que un proyecto enclavado en el centro de la ciudad opte por preservar una casa de gran valor arquitectónico, no es poca cosa. Eso sucede con el inmueble ubicado en San Lorenzo 1538, parte de un largo tramo homogéneo de dos plantas que ocupa todo ese frente de manzana. A través de un convenio firmado con la Municipalidad de Rosario, allí se levantará una torre de 13 pisos pero sin afectar el frente del edificio y revalorizando además importantes elementos interiores, como pisos y un vitral artesanal (ver aparte).

La cuadra de San Lorenzo al 1500 está entre las que aun conservan valiosos ejemplos de cuando para la arquitectura la estética era tan importante como la funcionalidad. Sobre la vereda de los pares, edificios de dos plantas construidos antes de los años `30 del siglo pasado se levantan desde la esquina de Presidente Roca hasta de la Paraguay, como una postal inusual de la antigua Rosario. El tramo incluye también, en San Lorenzo 1528, una vivienda particular diseñada en 1910 por el arquitecto e ingeniero inglés Hillary Boyd Walker, el mismo que diseño el viejo Palacio de Tribunales frente a plaza San Martín.

El inmueble de San Lorenzo 1538 está integrado a ese tramo y alojó durante años a la Fundación Litoral. Pero la intención de sus propietarios de levantar allí un edificio en altura ponía en riesgo todo el tramo que forma parte del Inventario de 2200 inmuebles de valor patrimonial del Centro de la ciudad aprobado por el Concejo Municipal en el año 2000. Ahí fue cuando hizo su aparición el Programa de Preservación de la Municipalidad, para generar dos convenios que permitirán conservar intacto el frente de la casa y también valiosos componentes interiores. "Los convenios son para nosotros un importante elemento de gestión, buscando que se construya sin afectar o afectando lo menos posible lo ya construido", señala la arquitecta María Laura Fernández, titular del Programa de Preservación.

La ventaja de este proyecto en particular es la profundidad del terreno, de más de 45 metros, lo que hace posible retirar la torre de 13 pisos más de 18 metros desde la línea de edificación hacia el centro de manzana. Así todo la fachada quedará prácticamente inalterada. "Vamos a mantener e incluso remozar todo el frente y algunos elementos interiores, como un vitral de gran valor", señaló el arquitecto Miguel Rivanera, integrante del prestigioso estudio porteño de Mario R. Alvarez y Asociados, que está a cargo del diseño del proyecto y tiene entre sus antecedentes la autoría de los edificios de IBM, Somisa, Hilton Hotel y Leparc en Buenos Aires, el hotel Costa Galana de Mar del Plata y, en Rosario, los edificios del Banco Nación (San Martín y Córdoba) y del anexo de la Bolsa de Comercio (Paraguay y Córdoba).

Rivanera destacó que con el proyecto de San Lorenzo 1538 "visualmente desde la calle no se va a notar ningún cambio en el frente y el primer cuerpo del edificio se mantendrá para hacer un hall de ingreso de doble altura. Incluso vamos a `pelar' las bovedillas del techo para hacerlo más visible".

El destino de la construcción es un "condotel" (neologismo derivado de condominio y hotel), un novedoso concepto de alojamiento para turistas y pasajeros que aúna las posibilidades de un departamento de alquiler por día, con las comodidades y servicios propios de un hotel de alta gama. Cada unidad-habitación pertenece a un propietario, quien obtiene una renta mensual prorrateada de la ocupación promedio que tenga el condotel. El negocio es llevado adelante por la empresa OP Developers, que tiene previsto inaugurar próximamente el primer edificio de estas características en Rosario, ubicado en Santiago entre Rioja y Córdoba.