En lo que fue la última sesión del año, el Concejo decidió ayer prorrogar hasta el 31 de marzo del año próximo la libre circulación de automóviles en el microcentro postergándose hasta esa fecha la discusión final para regular nuevas normativas que permitan descongestionar la zona. Además se dispuso la implementación de una denominada "zona calma", en cuyo radio la velocidad de circulación será de treinta kilómetros, manteniéndose los actuales parámetros de estacionamiento vehicular. Los ediles aprobaron además la implementación de la denominada tarjeta magnética inteligente recargable para el transporte urbano. Tal como adelantara Rosario/12, el Presupuesto 2008, el plan de reordenamiento urbano y los pliegos para la licitación del estacionamiento medido se discutirán en el 2008.

Con fuertes críticas del edil Carlos Comi (ARI) y por mayoría reglamentaria, el Concejo avaló la continuidad de la libre circulación vehicular en el microcentro. Para Comi la ciudad debería alentar el uso del transporte público y restringir el uso de los automóviles particulares tal como la tendencia mundial indica.

Comi esgrimió razones de salud pública como la contínua aspiración de altos índices de monóxido de carbono de los vecinos de la zona; de índole urbanístico como el deterioro de edificios de valor patrimonial; y medio ambientales como la contaminación ambiental y acústica. Y aconsejó el uso del sentido común al afirmar que basta con transitar por el centro de la ciudad a cualquier hora del día para comprobar que la actual situación del tránsito es cuanto menos caótica, insalubre e irritante.

En referencia a lo esgrimido por los comerciantes de la zona en el sentido de la conveniencia de la actual modalidad para los negocios de la zona, Comi sostuvo que el sistema pudo haber aliviado la falta de ventas en el período recesivo de la actividad económica, pero hoy, y a la luz del crecimiento al 8% anual, tal posisión perdió sustento.

Los ediles también aprobaron un mensaje del Departamento Ejecutivo y una iniciativa del concejal Jorge Boasso, disponiendo la implementación de la tarjeta inteligente en el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP). Este nuevo sistema permitirá a los pasajeros, mediante un microchip, cancelar viajes y, una vez agotado el saldo, las nuevas tarjetas podrán ser recargadas en numerosos comercios. También se adoptó una nueva modalidad como la del cospel, como otro medio de garantizar a los usuarios diferentes alternativas a la hora de utilizar el servicio.

El Presupuesto 2008, el polémico proyecto vinculado al reordenamiento urbano y los pliegos de la licitación del estacionamiento medido fueron postergados para su tratamiento en el año próximo.