"Los Ejecutivos tienen que tener responsabilidad y acompañar la tarea del Concejo en los barrios. Le he escuchado decir al intendente (Miguel LIfschitz) que es bueno que los concejales vayan a los barrios, pero sería positivo que tengamos un grado de respuesta del Ejecutivo a las demandas de la gente. Uno no puede ser condescendiente si no valorar lo que hay en el camino". Con esta fase contundente se despachó ayer el presidente del Concejo Municipal Migue Zamarini. Lo curioso es que la crítica se dio justamente cuando explicaba el funcionamiento del Concejo en los Barrios a su par santafesino Jorge Henn, quien pretende copiar la propuesta. El socialista también se despachó contra la Ley Borgonovo, que redujo el número de ediles. "Nunca estuve de acuerdo con esa ley porque constituye una gravísima intromisión en una actividad que no les compete. Era mala la ley Borgonovo porque se aprobó en un momento de descrédito de la política, y se hizo buscando el beneplácito de la gente. La ley Borgonovo ha perjudicado a las minorías, en el de caso de nuestro Concejo las minorías no tienen representación cuando hay victorias electorales fuertes, como tuvo el socialismo. Pienso que hay que respetar a las minorías y a la oposición, y que el Concejo tiene que ser bien pluralista". Estas declaraciones contradicen a las realizadas hace unos días por el propio gobernador Hermes Binner, quien había expresado que "por lo que pasa en la actualidad, fue una medida acertada. Nada hace suponer que sea necesario incrementar el número de concejales".

Zamarini recibió ayer en su despacho del Palacio Vasallo a su par del de la capital, el radical frentista Jorge Henn para intercambiar experiencias y las modificaciones introducidas en el Concejo rosarino que tienen que ver con la apertura hacia la comunidad, la relación con los ciudadanos y el Concejo en los Barrios.

Henn destacó que el Concejo santafesino se encuentra en una etapa de recambio, tal como sucede con las nuevas autoridades provinciales. "Nos interesa especialmente la experiencia exitosa que han tenido en Rosario con la presencia del Concejo en los Barrios", precisó.

Pero luego Zamarini sorprendió al pedir un mayor compromiso de los ejecutivos para aprobar los proyectos presentados por los vecinos de la ciudad. Sin embargo dijo ser "autocrítico" y resaltó la labor del Concejo Municipal en los distintos distritos, asegurando que "todas las tareas desarrolladas se intensificarán".

El socialista también se despachó contra la Ley 12.065, a pocos días en que el gobernador Binner se pronunciara a favor. "Nunca estuve de acuerdo con la ley Borgonovo, porque constituye una gravísima intromisión en una actividad que no les compete", dijo el presidente del concejo rosarino. Y agregó: "Todo esto quedará zanjado cuando Rosario logre su autonomía, a partir de una reforma de la Constitución Provincial. Es la propia ciudad la que debe decidir el número de concejales que representarán a los vecinos, asi como el perfil de esa función".

Consultado por Rosario/12 sobre la discrepancia pública con el gobernador Binner, Zamarini fue muy claro: "Yo siempre dije esto sin rédito alguno. Siempre opiné en desacuerdo a la Ley Borgonovo porque afectó a Santa Fe y Rosario, y el Concejo no funciona mejor por el menor número de concejales. Lo que hay que mejorar es el funcionamiento y también la participación de toda la ciudadanía. Por ejemplo con el Concejo en los barrios y el Presupuesto Participativo, lo que digo es que el Ejecutivo tiene que tener un buen presupuesto asignado y que la ciudadanía participe en la selección de proyectos, porque si el vecino no se compromete, no funciona. Le recuerdo que el Concejo en los Barrios no fue iniciativa socialista sino del entonces concejal Agustín Rossi a la que apoyamos y continuamos".

"Es más -agregó- a los que discuten el número de concejales les digo que no solo tiene que ver solo con la cantidad de población sino con la representación de distintos distritos. Discutamos la inclusión en un futuro de un porcentaje de ediles que representen a un distrito barrial, tal como el cupo femenino pretendió igualar el espacio de participación de la mujer", concluyó Zamarini.