Las regulaciones urbanas que apunta a introducir la Municipalidad en el denominado "segundo anillo" de la ciudad -por fuera del área central﷓, prevén la incorporación de seis nuevas Areas de Protección Histórica (APH) que deberán preservarse, evitándose cualquier alteración de sus características arquitectónicas y del entorno. Esos sectores se suman a las 25 APH ya vigentes en el centro y macrocentro de la ciudad y a la recientemente designada como "Pueblo Alberdi", alrededor de la plaza del mismo nombre. Por otro lado, se trabaja en un inventario de inmuebles de valor arquitectónico de numerosos barrios, como Alberdi, Arroyito, Lisandro de la Torre, Echesortu, España y Hospitales y San Martín, entre otros, con el objetivo de salvarlos de la demolición.

A lo largo de más de un siglo, Rosario se fue extendiendo del centro hacia los bordes. En ese recorrido, nacieron los barrios, cada uno con su impronta: una iglesia, una plaza, un club, un conjunto de viviendas distintivas, calles arboladas; hasta esquinas, comercios y casas particulares que los vecinos reconocen como una marca de identidad propia.

Con el objetivo de evitar que esas referencias desaparezcan -como consecuencia de la especulación inversionista inmobiliaria﷓ es que la Municipalidad elaboró un relevamiento de Areas de Protección Histórica (APH) en el "segundo anillo" de la ciudad, que tiene su límite interior en las avenidas 27 de Febrero y Francia, y el exterior en calle Marull al norte (a la altura del parque Alem), las vías del FF.CC. Belgrano al oeste (en paralelo a calle Felipe Moré) y bulevar Seguí al sur. Estas seis APH forman parte del proyecto que en los próximos días el Departamento Ejecutivo enviará al Concejo para actualizar las regulaciones de la construcción vigentes desde hace 40 años en la ciudad de Rosario. La normativa está en línea con la que ya se aprobó para el área central y el macrocentro, que establece regulaciones respecto a la altura de los edificios.

Además la iniciativa incluye la instauración de Areas de Protección Histórica, definidas como "aquellos sectores del tejido urbano que por su conformación histórica y por el carácter de sus espacios públicos, se reconocen en el imaginario social como parte de un fragmento significativo de la ciudad, donde interesa preservar, principalmente, el carácter del espacio público".

Así, para el "segundo anillo" el Programa municipal de Preservación del Patrimonio Arquitectónico estableció las siguientes APH:

* Barrio Sarmiento: Se trata del conjunto de casas particulares ubicado en bulevar Rondeau y calle Matorras. De estilo racionalista y construidas entre 1928 y 1932, en su momento se las denominó como "Viviendas del Trabajador", de similares características a las de barrio Parque (Ovidio Lagos y Riobamba y La Paz) y contaban con el financiamiento del Banco Municipal de Rosario. El núcleo consta de 114 unidades de esa época, si bien no todas conservar su arquitectura original intacta.

* Barrio Lisandro de la Torre: Sobre la costa, alrededor del acceso sur del Club Náutico Sportivo Avellaneda, se concentra un particular tejido de viviendas, con calle sin salida, grandes arboledas y varias casas de estilo racionalista. Un conjunto que merece ser preservado.

* Iglesia del Perpetuo Socorro: Comprende la protección de todo el entorno del tradicional templo de barrio Arroyito (avenida Alberdi y Las Tres Vías), de estilo gótico﷓románico e inaugurado en 1929.

* Plaza Buratovich: Protección del entorno de la plaza de barrio Echesortu ubicada en Cafferata y 3 de Febrero, una zona que está sufriendo el embate de la construcción de edificios en altura, que le hacen perder su perfil de casas bajas.

* Plaza Jewell`s: Protección del entorno del Club Atlético del Rosario, fundado hace 140 años, a la altura de Córdoba e Iriondo. Una zona donde también las construcciones en altura están causando estragos.

* Iglesia Nuestra Señora del Luján: Protección del entorno de la parroquia ubicada en avenida Perón entre Iriondo y Cafferata.

"En el segundo anillo no vamos a encontrar un Palacio Minetti, pero sí infinidad de edificaciones que hacen a las características propias de los barrios, arquitectura doméstica, o los tradicionales almacenes de esquina", señala la arquitecta María Laura Fernández Milani, directora del Programa Municipal de Preservación del Patrimonio Arquitectónico. En este sentido, más que incorporar nuevas grandes áreas, desde Patrimonio se piensa en "microáreas de protección" en distintos barrios, como parte de las nuevas regulaciones del Código Urbano, que se prevé alcanzarán a toda la ciudad en los próximos seis meses.