Domingo, 20 de abril de 2008 | Hoy
Lifschitz asegurá que su administración nunca fue discriminada por el gobierno nacional, destaca su relación con Cristina y adelanta cómo será su gestión al frente del Partido Socialista en Santa Fe, un cargo que ocupó Hermes Binner por casi 14 años.
Por José Maggi
Miguel Lifschitz comienza la entrevista despejando algunas dudas sobre el trato que el último miércoles le dispensara la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. "A pesar de algunos pronósticos que pudieron haber hecho pensar que podría haber habido una relación tirante con el gobernador Binner o conmigo por la posición tomada en el último conflicto agropecuario, nada de eso hubo. No hubo ningún tipo de recriminación y realmente hubo un trato muy cordial y muy franco. Creo que son las ventajas de poder de tener autonomía política y disentir desde otra perspectiva".
-La presidenta aprovechó para recordar que el dinero que el Estado recauda en retenciones vuelve en obras...
-Sí, es verdad, hizo una reivindicación del federalismo en materia de inversión pública, lo que desde mi punto de vista es una verdad relativa: es cierto que se está haciendo una inversión pública importante en distintas provincias y en nuestra región, pero también es cierto que a los actores del interior, a los gobernadores y a los intendentes nos gustaría tener una participación más importante a la hora de las definiciones de las estrategias y las prioridades, así como los planes de inversión pública. Realmente hay un monto de inversión pública como no había en años anteriores.
-¿Y si le preguntaran, cuál seria la prioridad en inversión pública en Rosario?
-Si tuviera que marcarla es el problema de la vivienda popular. Nosotros necesitamos resolver el problema del hábitat de más de 25 mil familias que viven en una situación precaria. Y esta sería una inversión en infraestructura social de un alto impacto no solo en la vida de las personas sino en la calidad de vida de la ciudad y con un impacto importante en lo económico.
-En este sentido, ¿que pasó con el Plan Federal de Viviendas que preveía construir veinte mil viviendas en Rosario, en un predio ubicado en autopista a Santa Fe y avenida de Circunvalación?.
-El predio está, hay mil quinientas viviendas aprobadas en distintas etapas de licitación en la provincia, pero uno tiene la sensación de que está la decisión política y falta celeridad para que la burocracia no se consuma todo el tiempo. Esto es lo que ha pasado con los muelles del Parque España que demoró tres años a pesar de la decisión política de llevar adelante la obra y que la burocracia demoró con el pase de una oficina a la otra.
-¿El municipio cumplió con la entrega de tierras que le correspondía para construir las viviendas del Plan Federal?
-Sí, sí. Hay terrenos que son del municipio y otros de la provincia, que fueron expropiados durante la gobernación de Jorge Obeid, luego de lo cual se consensuaron los proyectos que están en licitación. Por eso estimamos que se van a ir concretando estas primeras 1500 viviendas, que para el problema de Rosario sigue siendo una cifra pequeña. Necesitamos mayor escala, para pensar que dentro de cinco o diez años podemos resolver el problema de estas familias.
-¿Siguen objetando construir 20 mil viviendas en un solo lugar tal como proponía el proyecto oficial para avenida de Circunvalación y autopista a Santa Fe?
-Sí desde ya nunca compartimos el criterio, y hoy estamos reviendo ese tema. No lo compartimos porque creemos que esta debe ser una ciudad integrada socialmente y que no debemos generar ghettos o zonas exclusivas de viviendas para familias de bajos recursos. Creemos que la vivienda social debe integrarse en la trama urbana con otro tipo de actividades para permitir una ciudad integrada desde el punto de vista urbano.
-¿Cuál sería la otra prioridad?
-La infraestructura del transporte de cargas, y hablamos del Plan Circunvalar y la avenida de Circunvalación, por su estado actual. Además de las infraestructuras urbanas como desagües y pavimentación que son demandas fuertes de los sectores que no las tienen.
-Otra de las demandas pendientes para los vecinos de vastos sectores son las cloacas. ¿No le parece que también deberían ser una prioridad?
-Es verdad, hay un proyecto que ya esta avanzando a buen ritmo y que es el Colector del Oeste que es un gran conducto cloacal, con varias estaciones elevadoras que va a atravesar Empalme Graneros, Ludueña, Belgrano, Larrea, Fisherton y Funes. Una obra que está licitando el gobierno nacional, que ya abrió el segundo sobre, con lo cual es probable que en noventa días la obra esté en marcha. Recién entonces se podrá hacer las conexiones domiciliarias, y es un obra que se está haciendo con Aguas Santafesinas y el gobierno nacional.
-En una simple enumeración de obras usted mismo reconoció que el gobierno nacional está construyendo viviendas, además del Plan Circunvalar, desagües cloacales, y hasta los muelles. La verdad es que no se podría decir que el gobierno de Cristina Fernández lo maltrata.
-No, no, en absoluto, y yo mismo lo he rescatado en ese sentido y lo he dicho en cada oportunidad: siempre hemos recibido un buen trato del gobierno de Néstor Kirchner y actualmente con la presidenta y nunca hemos recibido una presión política para conseguir algo o para que nos otorgaran alguna de estas obras. En absoluto, no hemos tenido un solo condicionamiento. Y si esto ocurre en otros municipios o provincias no ha sido el caso nuestro. Esto yo lo destaco especialmente.
-El nuevo mapa partidario en el socialismo lo ubica como el hombre que va a conducir el socialismo a nivel provincial.
-En verdad la Junta provincial del partido en Santa Fe no tiene ninguna preponderancia de un grupo en particular sino que está bastante distribuída. Va a haber gente como Antonio Bonfatti, Eduardo Di Pollina, Sergio Liberatti, y algunos jóvenes que renuevan la Junta provincial y que se integran a una conducción partidaria. Va a haber una representación de género, con una cuota de mujeres en la junta provincial, además del presidente del Concejo Miguel Zamarini. También estará el "Pato" Lamberto, lo que se diría entonces que es una representación de todo el socialismo en Santa Fe con todas sus realidades.
-¿Qué cambiaría y que haría distinto en esta conducción provincial?
-Tenemos una figura como Hermes Binner que fue electo secretario general cuando se produce el quiebre con el sector de Héctor Cavallero y desde allí ha sido el que condujo el partido en Santa Fe por 14 años, que ha llevado al partido al gobierno de Santa Fe, con lo cual ha logrado resultados importantes. Y el desafío es consolidar ese trabajo y en forma territorial. Hay que integrar figuras políticas nuevas de los distintos departamentos, con más fuerza. Hay una demanda de la sociedad de que los partidos políticos se abran más a la sociedad, de que establezcan mecanismo más fluídos de conexión con los ciudadanos, que trabajen más en la formación y la capacitación de sus cuadros técnicos y sus afiliados. Vamos a darle prioridad a esos temas.
-Los socialistas han tenido una imagen pública de buenos administradores, son militantes muy leales, y no en vano se han ganado el mote de 'mormones' por su compromiso militante, porque le quiere cambiar la cara al partido, esto de llevar y acercarse ala gente, es porque se reivindica la vida partidaria?
-En realidad no es que le quiera cambiar la cara al socialismo, lo que ocurre es que la cara del socialismo ha venido cambiando con los años sino seria inexplicable que hubiésemos podido crecer en Rosario y en la gestión y pudiésemos haber llegado al gobierno de Santa Fe y que seamos actores políticos importantes en el escenario nacional. Creo que ha habido un gran trabajo que se ha hecho en los últimos catorce años para mantener lo que son los principios las ideas centrales, las concepciones y los valores históricos del socialismo, pero también pudiendo complementarlo con una inserción social una inserción en los organismos intermedios, en el movimiento estudiantil, en los movimientos vecinales es decir en todas las expresiones de la sociedad civil donde hemos ido ganando un espacio muy legítima.
-Usted encabeza ahora el partido el nivel provincial, y al escucharlo hablar de fortalecerlo, uno no puede menos que pensar que pretende apoyarse así para ser gobernador en el 2011.
-No, es decir en principio quiero un partido fuerte en la provincia y a nivel nacional porque venimos trabajando en ese objetivo desde hace más de treinta años, en mi caso y en el de muchos otros dirigentes, que hemos dedicado nuestras vida a la construcción política, incluso muchos antes de que hubiera alguna perspectiva de llegar al gobierno o de tener alguna función pública. Con lo cual de alguna forma esto no es más que la realización de las metas por las que un viene trabajando en la vida. Por supuesto que para seguir haciendo un buen gobierno en la ciudad de Rosario, y en la provincia de Santa Fe, para pensar también en crecer a nivel nacional no solo se requiere buena gestión sino crecer políticamente, construir organizaciones políticas que ayuden al gobierno, que actúen como nexo entre el gobierno y la sociedad civil que tengan capacidad de movilización y de organización, y de acompañamiento de los cambios promovidos desde el gobierno. Para todo esto hace falta organizaciones políticas fuertes, dinámicas, representativas. Y porque además esta es una demanda de la sociedad, porque la democracia necesita de partidos y para que funcione bien tiene que haber partidos fuertes, programáticos y democráticos, y esta es una tarea que tenemos los que estamos en la vida política
-¿Cuáles son los socios políticos del socialismos?. En el caso de Elisa Carrió y la Coalición Cívica ha sufrido pérdidas como las de la diputada del ARI Alicia Gutiérrez, que le recriminó públicamente recostarse sobre la derecha, en referencia a incorporaciones como las de Patricia Bullrich.
-Creo que hoy el socialismo debe afirmarse fundamentalmente en su posicionamiento a nivel provincial y nacional y debe trabajar en la construcción de un marco de diálogo de construcción política con una gran variedad de sectores políticos en la Argentina. Hoy tenemos un escenario político muy fragmentado en la Argentina y por lo tanto me parece que la tarea es de aglutinar, de sumar, no con una perspectiva electoral, porque todas las coaliciones que se han formado en las últimas dos décadas, con ese objetivo exclusivamente o con la idea de sumar oposición a un gobierno han demostrado su corta vida y su fracaso. Tenemos algunas experiencias recientes en este punto. Yo creo que hay que pensar en construcciones programáticas, de largo plazo y no asociadas solo a temas electorales sino a un proyecto de largo plazo para transformar el país. En ese escenario hoy el socialismo está ubicado largamente como un punto de referencia: hoy Hermes Binner en el gobierno de Santa Fe es una figura respetada, reconocida por su buena gestión y su posicionamiento, por su autonomía política es una referencia ineludible y el propio Partido Socialista, que tiene historia y trayectoria con prestigio es una referencia a la hora de sumar con otros sectores políticos. Pero hay que tener una gran amplitud.
-En esa amplitud, ¿está incluída Elisa Carrió tal como está definida políticamente hoy?
-Creo que sí, la Coalición Cívica que lidera evidentemente es un sector político con el que hemos compartido espacios, lo hacemos actualmente y creo que tenemos que seguir trabajando y dialogando. No creo que sea el único sector con el que haya que dialogar, hay muchos otros referentes políticos, sociales, dirigentes de provincias de ciudades, que tienen distintas historias políticas, y que pueden sumarse. No creo que hay que poner solo la perspectiva en el 2011, sino que hay que tener una mirada de mayo amplitud.
-¿La Coalición Cívica tal como esta planteada hoy no es de centroderecha?
-No es una construcción programática por lo cual admite dentro de su integración a gente y a sectores que tienen pensamientos diversos, e historias distintas. Dentro de la actual Coalición Cívica hay gente progresista, creo que la doctora Carrió ha tenido históricamente posiciones progresistas y democráticas y en general posicionamientos éticos muy valiosos. Pero también es cierto que también hay otros sectores, y otros dirigentes con otra visión y otras historias.
-¿Cuál es el límite entonces para la construcción política?
-Creo en las construcciones programáticas por eso hay que avanzar en la definición de un modelo de país, con conceptos claros en economía, en los social, en educación, el rol del Estado. Y en ese marco es más fácil definir quienes pueden estar adentro y quienes afuera.
-En Santa Fe, ¿a quiénes imagina como socios?
-En la provincia la cosa es más clara porque ya tenemos el Frente Progresista Cívico y Social, al que tenemos que reafirmar y darle una mayor entidad programática. Creo que es probable que en estos cuatro años se vayan sumando otros dirigentes con otras proveniencias políticas. Pero ya contamos con una base de trabajo importante.
-¿Cuándo habla de otras pertenencias políticas imagina a algún sector o dirigente peronista que podría sumarse?
-Creo que sí, y es nuestra vocación. Creo que Binner lo dicho varias veces: nosotros no tenemos una concepción antiperonista de la política ni gorila sino todo lo contrario. La mayor innovación que hace este grupo de dirigentes que lideran el proceso de Santa Fe es justamente haber tenido un análisis y una visión de mayor de acercamiento con los movimientos populares y en especial con el peronismo. Así que creemos que hay en perspectiva habrá sectores con historias en el justicialismo que pueden tranquilamente sumarse a una coalición como la que estamos planteando.
-Dice que nunca fue gorila, pero ¿votó alguna vez al peronismo?
-No llegué a votarlo porque no tenía todavía el documento, porque en el año 1973 nuestro partido había dispuesto el voto a la fórmula Perón- Perón, y no lo concreté porque cumplía entonces los 18 años y no tenían el documento.
-¿Se peleó mucho con peronistas en los setenta?
-Tuvimos enfrentamientos, y tuve amigos en la militancia, algunos de los cuales fueron víctimas de la represión. Fue una época distinta, y es difícil trasladar un contexto histórico de un momento de la historia a otro. Pero me parece que la Argentina necesita un proceso de síntesis, que no necesariamente son de suma matemática, de una síntesis superadora que pueda de alguna manera trascender lo que fueron los espacios de confrontación del siglo XX y así podremos repensar la Argentina, repensar la sociedad y repensar la política con una mirada puesta en el siglo XXI.
-Se le recrimina a la presidenta, sobre todo en el último conflicto del campo, de partir al país en dos, muchos la criticaron por ser una setentista que traslada a estos días aquellos conflictos? Como lo analiza usted?
-Yo también tuve esa impresión, quizás fue involuntario y no deliberado, pero creo que algunas definiciones de la presidenta algunas expresiones del primer y el segundo discurso durante el conflicto creo que de alguna manera remitieron a una visión muy simplista del escenario social de la Argentina. Me parece que hoy pensar en oligarcas y en grandes grupos económicos innominados por un lado y en el pueblo por el otro, es una simplificación demasiado extrema. Hoy tenemos una sociedad mucho más diversa, si se quiere más compleja que la que existía hace 50 o 40 años atrás cuando eran más claras las divisiones de clases, los posicionamientos. Hoy está todo más complejizado y no me pareció bueno que desde el gobierno se generen líneas divisorias que tal vez no existan en la realidad, pero que cuando desde un puesto de responsabilidad se las promueve, se las termina generando.
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