El concejal radical Jorge Boasso ingresó ayer un proyecto de ordenanza en el cual propone que los titulares de licencias de taxis incorporen obligatoriamente los tres elementos de seguridad -blindex, GPS y luz de pánico- y que se arbitren medios de pagos alternativos. La propuesta fue rechazada de plano por José Tornambé, titular de Catiltar, quien cree que la idea de poner el blindex "no es fácil de llevar a la práctica" y además "cuesta mucho dinero". Boasso le dijo a Rosario/12 que "las tres medidas de seguridad son complementarias y cumplen distintos objetivos; independientemente de la función policial. Esta es una vieja historia que se repite cada vez que se produce una muerte arriba de un taxi. Basta de dejar que los titulares sean los que elijan los sistemas de seguridad". Para el titular de la secretaría de Servicios Públicos, Gustavo Leone, la iniciativa de Boasso "no le parece mal", aunque le hubiera gustado que las haya planteado en la comisión de Seguridad que viene trabajando el tema.

Boasso propone que los titulares de licencias de los servicios públicos de taxis y remises incorporen obligatoriamente los siguientes sistemas de protección:

* Barrera de protección mecánica: de metal, vidrio, acrílico o cualquier material anti﷓impacto, colocado entre el asiento trasero y el delantero, y/o entre el conductor y su acompañante de tal forma que separe al o los pasajeros del conductor.

* Sistema de georreferenciación (GPS): que brinde el conocimiento preciso de la ubicación del móvil, permitiendo hacer un seguimiento del mismo en caso que el conductor transmita un mensaje de pánico. Tal sistema de georeferenciación deberá estar interconectado con las fuerzas de seguridad" y deberá incluirse en la página web del municipio de modo que todos los ciudadanos tengan accesos al mismo.

* Medios de pago alternativos: Tarjeta Inteligente o sin contacto y/o tarjetas de crédito y/o débito y/o sistemas de pago en cuenta corriente. * Alarma de pánico, con luces indicadoras: en la parte exterior del vehículo, permitiendo al chofer accionar la alerta, sin ser percibido por los ocupantes del mismo, pero alertando a eventuales testigos (personal policial, compañero o transeúnte).

"Las unidades no están preparadas para el blindex", manifestó Tornambé a Radio 2. El titular de Catiltar sostuvo que para instalarlo "se necesita mucho dinero". En relación a las tarjetas, dijo que la implementación del sistema también le genera "dudas", ya que las usadas en los colectivos son difíciles de conseguir. "Hace 14 años que dicen lo mismo -respondió Boasso- y en el medio se sucedieron muertes, accidentes, heridos. Todos los esfuerzos que haga el ministro Cuenca, por más patrulleros y presencia policial que coloque, no van a evitar los robos en los taxis".

Según Boasso "no es cierto lo que dice Tornambé, que en los coches chicos no se puede instalar el protector. Inclusive, acá en Rosario hay un Fiat Uno que lo tiene implementado. Y después está el prototipo de la policía. Son Corsa, que cuentan con una malla metálica para separar los lugares. Está comprobado que se pueden instalar perfectamente".

El concejal explicó que tomó la experiencia de otras ciudades, como Nueva York y Montevideo, que incorporaron el blindex anti-impacto y de esta manera redujeron los índices delictivos. "Ya basta de dejar que los titulares de taxis elijan. Cuando los dejamos elegir de un menú de tres, incorporaron la luz de pánico, que por sí sola no sirve para nada", precisó el edil.

Leone indicó que Boasso debió haber planteado su iniciativa en el marco de las reuniones que se vienen llevando a cabo en la comisión de Seguridad. "Es el ámbito ideal", remarcó el funcionario, quien cree que el proyecto puede "generar conflicto, porque no hay acuerdo en este tema". Leone confía que en las próximas reuniones de la comisión se puedan discutir medidas específicas; en relación a la seguridad, los medios de pago y el servicio nocturno.