rosario

Lunes, 9 de junio de 2008

CIUDAD › NUEVO ALBERDI REFLOTA UN EXPEDIENTE QUE TIENE 10 AñOS

Una escuela del barrio

La comisión de Educación de la Asamblea Popular se ampara en ese documento para pedir que se cree una nueva institución. Así, los chicos dejarán de cruzar la ruta 34 para estudiar.

 Por Paula Kearney

Nuevo Alberdi puso primera y arrancó: la Comisión de Educación de la Asamblea Popular quiere reflotar el expediente de creación de una escuela que tiene una década, mientras la Comisión de Economía trabaja en dos proyectos de cooperativa y puso en funcionamiento un pequeño banco que otorga créditos para emprendimientos productivos. En tanto, desde la Comisión de Tierra y Vivienda buscan asesoramiento para sostener el hábitat pese a los intentos de desalojo.

Desde hace dos meses, la Comisión de Educación rastrea un expediente provincial de 1997 o 1998, que destina un predio del barrio a la construcción de una escuela de enseñanza primaria y pre-primaria. Como el proyecto no se concretó, la Municipalidad terminó por convertirlo en un Playón Polideportivo. En consecuencia, los vecinos están buscando terrenos que puedan servir para reemplazar al anterior y recuperar el expediente. Además, adelantó que están "preparando un censo" de los chicos de la zona para presentar en la Provincia junto al expediente, en una entrevista que solicitarán a la directora regional de Educación.

De este modo, no sólo los chicos que viven en zona rural podrían llegar a la escuela sin cruzar la Ruta 34, sino que además se ampliaría la oferta para un barrio que "necesita más escuelas", según señaló una de las integrantes de la Comisión, Mercedes Astorga, que es docente jubilada.

Por otra parte, Antonio Salinas, de la Comisión de Economía, explicó que trabajan en un proyecto cooperativo para crear un Polo Productivo de Hornos de Ladrillos. En este sentido, unas cuarenta familias están trabajando con la agrupación Giros y la Subsecretaría de Economía Solidaria de la Secretaría de Promoción Social Municipal en la gestión de algún predio para trabajar. "El problema -planteó Mónica Borrás, otra integrante de la Comisión- es que los dueños de los hornos se pueden mudar, pero la mayoría de la gente que vive cerca de los hornos trabaja ahí y si los sacan, se quedan sin trabajo".

Otro de los proyectos es el de trabajar en una planta de tratamiento de basura. "Recién está en etapa de estudio", señaló Salinas, y explicó que la idea es "reciclar material para hacer productos que se ofrezcan en el comercio del barrio, que son ferias que organizan los propios vecinos para vender sus producciones semanales".

En tanto, el jueves 19 se abrirá la convocatoria a una nueva operatoria de El Banquito Popular de la Buena Fe, un programa mundial que se instrumenta a través del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación facilitando créditos semestrales de 500 pesos a devolver en 24 cuotas para proyectos de producción de la más diversa índole.

La particularidad del Banquito es que no se pide a los acreedores más garantía que la palabra, y contra lo que muchos podrían pensar, "de los seis créditos tomados entre 2007 y febrero de 2008, un 90% están devueltos", destacó Borrás, y comentó que "la idea es no sólo facilitar alguna ayuda para los emprendimientos sino también generar espacios de trabajo y solidaridad".

Por otra parte, la Comisión de Tierra y Vivienda viajó a Santiago del Estero para conocer el modo de vida y de lucha del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) con el objetivo de sostenerse en las tierras en las que viven que, si bien todavía son inundables, dejarán de serlo cuando las obras de canalización estén terminadas. Entonces, se teme que muchos de sus dueños recuerden que los tienen, luego de 30 años.

En relación a esta experiencia, Borras subrayó "la fuerza con la que lucha esa gente, porque allá es más difícil que acá: los corren con la policía". Y aseguró que no quieren "llegar a ese punto", por eso pidió "que los propietarios entiendan que no se puede correr de su lugar a gente que tiene su vida y su trabajo".

La organización popular del barrio se activó en marzo de 2007, cuando las viviendas de Nuevo Alberdi llegaron a tener un metro de agua adentro. Entonces, los vecinos se constituyeron en la Asamblea Popular que participa del Consejo Consultivo constituido por el Gobierno Provincial, la Municipalidad de Rosario, el Departamento de Hidráulica y el Centro Universitario Rosario de Investigaciones Hidroambientales de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y vecinos de toda la cuenca, con el objeto de prevenir futuras inundaciones en la zona.

En este marco, a fines de mayo el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medioambiente de Santa Fe firmó un convenio para estudiar la hidrología de los arroyos Ludueña y Saladillo. "Fue un paso importante", sentenció el párroco del barrio, Daniel Siñeriz, quien reconoció que las obras "se están haciendo de a poco", aunque recordó que sólo se realizará el 40% de lo planeado en 2001, para no perjudicar a los vecinos de Empalme Graneros.

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En el lugar donde debía estar la escuela hay un playón polideportivo municipal.
 
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