El intendente Miguel Lifschitz anunció ayer una batería de medidas para eliminar pintadas y pegatinas en lugares no autorizados. La iniciativa incluye un blanqueo de frentes, en conjunto con los vecinos, por lo que convocarán a empresas de pinturas para solventar el costo. En forma paralela, diseñarán campañas de concientización para evitar prácticas que afecten el patrimonio público. "Ningún rosarino quiere vivir en una ciudad sucia, escrita por todas partes; con edificios de enorme valor patrimonial arruinados por graffitis y escrituras con aerosol", expresó el jefe comunal. Más allá de los acuerdos y la concientización, el intendente aclaró que "existe una normativa que hemos puesto nuevamente en vigencia, que establece la facultad de la dirección de Asuntos Jurídicos para sancionar a los responsables".

"Me voy corriendo a ver qué escribe en la pared la tribu de mi calle", cantaba Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota en la década del 80. Desde mucho antes, las paredes son un canal de expresión política y social. "Parece un tema menor, y que está fuera de agenda. Pero le asignamos una gran importancia -afirmó Lifschitz-. Porque tiene que ver con el respeto hacia nuestros semejantes, hacia todos aquellos que habitan en la ciudad y la comparten como una casa común".

Lifschitz se refirió al daño intencional a los frentes particulares, edificios públicos y estatuas, a través de pintadas, pegatinas y todo tipo de inscripciones que además de afearlos, provocan deterioro. Subrayó que estas acciones "han crecido en los últimos años" y señaló a "grupos internos de los clubes de fútbol, políticos, organizaciones sindicales, y agrupaciones anónimas que utilizan las paredes, los frentes de los edificios y las columnas de alumbrado para expresarse".

Para combatir esta actividad, convocará a "todos los ciudadanos, frentistas, comerciantes, empresarios y responsables de instituciones a limpiar sus frentes. La Municipalidad también lo va a hacer". El intendente anunció: "Vamos a trabajar con cuadrillas en distintas áreas de la ciudad para colaborar en esta tarea, pero tiene que ser una tarea colectiva".

El titular del Palacio de los Leones resaltó que buscan convocar al cuidado de la ciudad, más que acentuar las sanciones o prohibiciones. En este sentido, señaló que llamarán a "aquellos que utilizan las paredes como una forma de expresión artística, que no tienen nada que ver con el deterioro irresponsable que producen algunos grupos".

Lifschitz dijo que esto le cuesta dinero a la Municipalidad y a los particulares. En relación a futuras sanciones, dijo que "en el caso que se los pueda identificar, existe una normativa que faculta a la dirección de Asuntos Jurídicos para sancionar a los responsables; y tiende además a la compensación económica por el daño producido".