El río Paraná experimentó ayer una nueva crecida de su caudal de entre 10 y 11 centímetros, aunque continúa siendo riesgoso para los bañistas, y desde el Instituto Nacional del Agua (INA) estiman que en un par de días comenzará a bajar nuevamente. El director de Defensa Civil, Raúl Rainone, aclaró que, pese a la suba de ayer, "los controles en los balnearios son constantes". Además, explicó: "Según la escala del INA, el fin de semana bajará el nivel unos 10 centímetros, quedando en unos 1.06 metro aproximadamente".

El funcionario aclaró que no hay una medida crítica estipulada para prohibir el ingreso total al agua de la zona de playas, aunque estimó que "30 centímetros por debajo, ya es una medida insegura". Con respecto a la navegación en la zona, el funcionario explicó que el cruce a la isla no está prohibido, pero que "se pide precaución".

En tanto, el prefecto Sergio Charles, confirmó: "La altura está en 1.18 metro, sujeta a las modificaciones del tiempo, que nadie puede prever. Todo depende de las precipitaciones en todo el cauce del río".

Por su parte, el guardavidas del balneario La Florida, Leo Manino, señaló que con la suba "la situación mejoró y se habilitó un pequeño sector en la parte sur de La Florida". Pero insistió en que "el estado sigue siendo crítico".

En lo que respecta a la baja presión de agua en algunas viviendas, Guillermo Lanfranco, vocero de Aguas Santafesinas, señaló que "se debe en buena parte a las altas temperaturas, que aumentan la demanda". Las zonas que se encuentran en esta situación son "la Florida Norte, barrio Godoy, barrio Hipotecario, algunos sectores de zona sur y Villa Gobernador Gálvez". Además, explicó que "los niveles normales de captación de agua son de 27.500 metros cúbicos por hora y estamos en 24.000".