La caída de la concesión de las líneas que operaba la empresa Las Delicias disparó nuevamente el debate en torno a la crisis del transporte público de pasajeros de la ciudad. Mientras algunas voces se alzaron para efectuar severas críticas; como la del concejal Osvaldo Miatello, vicepresidente del Ente de Transporte Rosario (ETR), quien ayer sostuvo directamente que "nunca se debió darle la concesión a Las Delicias"; Mariano Antenore, especialista en temas de transporte, ofreció un análisis sobre el futuro del sistema. "Hay que tratar de optimizar recorridos y despojarse de todo interés demagógico. Una empresa privada no es una sociedad de beneficencia, para que regale los viajes a un sector de la población. Y por otro lado, el transporte público no tiene por qué ser negocio, como ningún servicio público", indicó Antenore, para quien el transporte, "por definición, y en cualquier parte del país, es deficitario".

Entre los puntos a resolver en forma inmediata para hacer más eficiente el sistema, Antenore señaló a Rosario/12 que "hay que pensar seriamente hasta qué punto las franquicias que existen son realmente aplicables, tomando en cuenta que significan un descalabro para las finanzas de las empresas; que en definitiva terminamos pagando entre todos los vecinos. Un beneficio de un sector termina siendo una consecuencia bastante mala para todos".

En ese sentido, Antenore dijo que "hay que tratar de optimizar recorridos, sin perjudicar a los usuarios, y además una prestación en las empresas públicas que sea transparente y auditada de manera permanente. Que haya una rendición de cuentas, para poder a saber a ciencia cierta si las empresas municipales son deficitarias o no".

De todas maneras, para el especialista "hay que despojarse de los dos axiomas imperantes. Una empresa privada no es una sociedad de beneficencia, para que regale los viajes a un sector de la población. Y por otro lado, el transporte público no tiene por qué ser negocio, como ningún servicio público. Si pretendemos que una empresa privada se haga cargo de un servicio público por amor al arte, sin que tenga una rentabilidad razonable; obviamente esa empresa no lo va a hacer, y a su vez está obligada a prestar el servicio porque para eso le fue otorgada una concesión".

Según Antenore, "fue un error que se hayan creado grupos que tengan zonas de exclusividad. Si se hubiera mantenido en cada zona un 70 por ciento para un grupo, pero un 30 para otro, y mezclarlos así en otros distritos, ahora la situación sería diferente. Se cayó Las Delicias, y todo lo que es la zona sur y suroeste se quedó sin transporte. Si hubiera habido una alternativa, aunque fuera mínima, de otra empresa, algo se podría haber hecho".

El problema sería el mismo si llega a pasar algo en la zona norte de la ciudad. "De avenida Alberdi y Génova, hacia todo el norte y noroeste, solamente está Rosario Bus. Imagínese qué pasaría si dejara de funcionar. Este es el problema de los monopolios por distritos, un error flagrante que podrían haber resuelto antes de la licitación, y no lo quisieron hacer para mejorar la ecuación económica de las empresas", finalizó Antenore.

En tanto, el secretario de Servicios Públicos, Gustavo Leone, confirmó ayer que se realizó una presentación judicial para incautar los 60 vehículos de la empresa Las Delicias y poder utilizarlos en caso de ser necesario. "Tomaríamos las unidades que necesitemos y pagaríamos un alquiler que debería fijar la secretaría de Hacienda", precisó el funcionario, quien resaltó que por el momento continuarán "con el plan de emergencia hasta que se organice la redistribución".