La bajante del río Paraná sigue generando inconvenientes en la producción de la planta potabilizadora de Aguas Santafesinas en Rosario. El gerente de Relaciones Institucionales de la empresa, Guillermo Lanfranco, señaló a Rosario/12 que, desde que comenzó el descenso en los niveles de agua, la producción se redujo entre un 10 y un 15 por ciento". Y si bien el presidente de la empresa, Alberto Daniele, había apelado a la conciencia ciudadana, pidiendo una vez más que "se consuma lo imprescindible", Lanfranco aclaró que "el servicio está en condiciones normales, dentro de las restricciones de la bajante; aunque se está lejos de una situación problemática. Este 10 por ciento se refleja en las zonas más alejadas de la planta, los que viven en el centro y el macrocentro de la ciudad quizás no lo perciban".

Ante los problemas generados por la inusitada bajante del río Paraná en las costas rosarinas, Aguas Santafesinas tuvo que recurrir a la instalación nuevas de bombas para la extracción del agua. "La semana pasada habíamos puesto una bomba adicional en marcha; y en la anterior, repusimos una que estaba fuera de servicio, con lo cual hoy estamos en una merma del 10 por ciento. Esto está atado a la demanda de cada día", explicó Lanfranco. La baja se nota en zona norte, y también en las localidades vecinas donde la empresa presta el servicio, como Capitán Bermúdez, Granadero Baigorria, Funes y Villa Gobernador Gálvez.

Aguas Santafesinas analiza incorporar una tercera bomba. "Se estudia hacer algo más, pero no en forma inmediata. Técnicamente existen dos lugares más para poner las bombas", dijo Lanfranco, quien destacó que la producción actual es del 90 por ciento". Y explicó que "el Paraná tiene normalmente 14, 15 mil metros cúbicos por segundo, y hoy está en 10 mil. De todas formas, es un nivel significativo, si se tiene en cuenta que un río serrano tiene 10 metros por segundo. Con la bajante, el nivel del río se aleja de las tomas y se necesita más fuerza para levantar el agua desde más abajo".