La invasión de procesadoras chinas y brasileras en los últimos tres años se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para la empresa rosarina de electrodomésticos Liliana. A raíz de estas prácticas desleales, la empresa presentó una denuncia en la secretaría de Industria de la Nación, que decidió abrir una investigación. Para agilizar las gestiones ante el organismo, la empresa contactó al diputado nacional del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, y al vicepresidente de Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came), Elías Soso, quienes junto al titular de la empresa, Oscar Jacobson, explicaron ayer los alcances de la resolución que declara procedente la apertura de una investigación "relativa a la existencia de dumping en operaciones con determinadas mercaderías originarias de la República Federativa del Brasil y la República Popular Chinas".

Rossi señaló que con la resolución se intenta proteger a la industria; y sobre todo, en el caso de las procesadoras que fabrica Liliana, "del 100 por ciento de lo que se vende hoy en Argentina, solamente el 20 por ciento es producción nacional. Si logramos duplicarlo, la generación de empleo en Rosario también lo hará, y esto tendrá un impacto más importante".

En este sentido, Jacobson afirmó que para este año habían apostado a invertir. Comenzaron en este producto, y a partir de esta norma van a "iniciar inversiones en herramientas para aumentar la variedad de productos y la diversidad de accesorios, para que Argentina pueda contar con la multiprocesadora de alimentos más completa del mundo".

La empresa Liliana es una pyme rosarina que llega a emplear, en sus picos de producción determinados básicamente por cuestiones estacionales, a 500 trabajadores en su planta de 6 mil metros cuadrados en la zona norte de la ciudad. La invasión de procesadoras, fundamentalmente chinas, que en el período 2005-2007 incrementaron sus importaciones en un 326 por ciento; y brasileras, que subieron en un 23 por ciento, fue letal. El ingreso de estos productos llegó a ocupar el 83 por ciento del mercado local en el primer trimestre de 2008. Y su valor de mercado es mucho menor, ya que se comercializan entre un 20 y 42 por ciento por debajo de los producidos en el país.

Esta situación irregular llevó a la empresa, a través de las gestiones realizadas por Rossi y Soso, a realizar una denuncia. Después de analizarla, la secretaría de Industria de la Nación decidió iniciar una investigación, que la dirección de Competencia Desleal evaluó como viable, porque los datos acercados permitieron suponer prácticas de dumping.

El 12 de enero pasado, el organismo dictó la Resolución 6/2009 por la cual "se declara procedente la apertura de investigación relativa a la existencia de dumping en operaciones con determinadas mercaderías originarias de la República Federativa del Brasil y la República Popular China". Unos días antes, la Comisión Nacional de Comercio Exterior se expidió sobre el tema diciendo que "existen suficientes alegaciones de daño importante a la industria nacional".

Contento por la perspectiva que esta medida abre para Liliana, Jacobson señaló que "va a generar, en el corto plazo, nuevos puestos trabajo, inversiones en herramental, que pueden ser importantes para nuestra ciudad y sobre todo para la industria nacional, que sufre una erosión por la competencia desleal". El empresario destacó que "en los últimos años entraron más de 200 mil procesadoras de alimentos".

En relación a los perjuicios sufridos por el dumping, Jacobson indicó que su empresa "puede abastecer, de ser necesario, todo el consumo de la Argentina. Tenemos una fábrica muy versátil y creativa; desde hace más de 60 años, y es lo que tenemos que cuidar".

Por su parte, Rossi dijo que Liliana es "la única empresa nacional que sigue fabricando multiprocesadoras. Después de que presentaran la denuncia de dumping, nosotros lo que hicimos fue acelerar la resolución de la secretaría de Industria de la Nación. Durante el período de apertura de la investigación, las importaciones no se paran, pero son selectivas".

Según explicó Rossi, estas importaciones entran en lo que Aduana llama un canal naranja de selectividad; es decir que no pueden ingresar masivamente, y lo que están buscando es tener un sistema de estas características en forma permanente, ya que el gobierno tiene un mayor celo a partir de la crisis financiera internacional. "Habida cuenta que es la única empresa nacional que fabrica este producto; en la medida que los niveles de importaciones sean aceptables, el mayor nivel de producción tendrá un impacto en la generación de empleo en nuestra ciudad", precisó.

Si bien Soso destacó la importancia de la resolución, algo que vienen reclamando desde hace años, manifestó que otras ramas de la industria; como los sectores textil y calzado, que se ven perjudicados por el dumping, que "naturalmente requieren de una participación activa el Estado. Lo que llamó la atención fue la rapidez de la decisión del gobierno nacional, cuando estamos acostumbrados a que estas prácticas siempre se lleven por mucho tiempo porque hay intereses cuantiosos que están jugando a favor de los intereses de los importadores".