Un silo cerealero de la costa norte quedó inclinado tras un fallido intento de demolición y provocó la airada protesta de vecinos de la zona de parque Sunchales. La demolición con explosivos de un grupo de siete silos cerealeros en la zona de Parque Sunchales fracasó ayer y uno de ellos quedó inclinado entre 30 y 40 grados, lo que generó la protesta de vecinos, que habían abandonado sus viviendas a causa del operativo. La empresa Milicic está realizando las demoliciones, y por este motivo colocó unos 22 kilogramos de explosivo plástico dentro de perforaciones en la base de la estructura, de unos 59 metros de altura, para provocar lo que se conoce como "vuelco dirigido". La explosión en el primer silo a demoler causó la rotura de la pared de cemento de un solo sector, lo que inclinó la estructura entre 30 y 40 grados y dejó al edificio ladeado. El antecedente inmediato fue la demolición del 2 de diciembre cuando se el granero de la cerealera Genaro García cayó por vuelco dirigido, después de un intento fallido 48 horas antes.

Una nueva implosión en los silos del Parque Sunchales, fracasó ayer en su objetivo que era demoler una de las grandes estructuras de cemento le ganaron en fuerza a los explosivos que solamente lograron inclinar las torres, de más 50 metros de alto, cuando éstas tendrían que haberse desplomado. "Se practicó un vuelco dirigido pero la estructura quedó inclinada hacia el campo que ya estaba prefijado", explicó Marcos Escajadillo, titular de Defensa Civil, y agregó: "Según lo que informaron los ingenieros que trabajaron en el intento de implosión y que están en el lugar no existe ningún peligro de derrumbe".

El operativo fue interrumpido y los vecinos de esa zona de la costanera y avenida Francia reclamaron que la demolición se concrete con otros métodos, sin explosivos.

Una fuente policial explicó que esa gente había "acordado con la empresa de demoliciones abandonar por precaución su casas durante la tarde, por lo cual recibieron compensaciones de entre 100 y 300 pesos", pero tras el fallido intento considera que la situación es peligrosa.

De todas formas los vecinos expresaron su temor y decidieron solicitar ante la empresa Milicic, que lleva a delante las implosiones, que no se realicen más estas prácticas. También pedirán a la Municipalidad que algunas de las viviendas sean desalojadas para mayor seguridad de los habitantes. Una de ellas, Juana, que habita en Junin 22, a metros de avenida Francia. se quejo ante este diario porque "estuvimos toda la semana pensando en el día de hoy , y nos fuimos todos de nuestras casas. Ahora el ingeniero dice que puso pocos explosivos para no dañara las viviendas, y no sabemos que van a usar ahora. Nadie nos dijo que método van a usar para derrumbarlos".

En tanto Alicia que vive en Arenales 28 bis, esta más enojada que su vecina. La mujer revela que se fue de su casa al igual que sus vecinos, "junto a mi madre y hasta con mis perros". Dice que se fue al parque Scalabrini Ortiz a pasar la tarde con los pocos viáticos que le dieron y cuando volví se encontró con el que silo no se había caída. "Tenemos miedo de volver a casa, y más miedo por la forma en que lo van a terminar de tumbarlo. Ahora dicen que Defensa Civil va a estudiar la forma de derrumbarlo, pero nadie nos explica nada", repite masticando bronca la mujer. Y termina la charla con este cronista remarcando que " hoy estamos peor que ayer, porque ayer estaban los silos enteros, y hoy no. Están por lo mitad".

Otro vecino, Marcos que vive en Arenales 24 bis, dice que también tuvo que dejar su casa "junto a mi madre de 82 años que esta enferma con problemas de movilidad". El hombre se mostró molesto porque falló la seguridad en el sector. "Todos dejamos nuestras casas por obligación y a los cinco minutos que explotó la base del silo, dejaron pasar a todo el mundo, estaba lleno de curiosos que andaban por todos lados, inclusive entre las casas".