Con una encendida defensa del modelo económico y el rol estatal, Cristina Fernández de Kirchner oficializó ayer en el Gran Rosario el préstamo de 259 millones de pesos que la Ansés otorgará a General Motors para que la automotriz lance en el tercer trimestre del año un nuevvo vehículo desde la planta de Alvear. "Los recursos de los trabajadores no se sostienen colocándolos en plazos fijos en los bancos, se sostienen manteniendo y aumentando los puestos de trabajo y aumentando el grado de calificación", planteó la Presidenta para después comentar que una de las condiciones impuestas para el otorgamiento del crédito es que "todas las autopartes que demande el proyecto se fabriquen en Argentina" de manera progresiva. Cristina fue más allá al señalar que la idea de su gobierno era concretar "el auto argentino", producido integramente en territorio nacional. El titular de GM admitió que el aporte de la Nación fue "clave" para sostener el proyecto diseñado dos años atrás que demandará una inversión superior a los 500 millones y a la vez mantener 2500 puestos de empleo. El gobernador Hermes Binner hizo un llamado a complementar esfuerzos entre la Casa Rosada y la administración provincial para superar las crisis laborales, dejando en claro que la relación con CFK no atraviesa su mejor momento.

No hubo anuncios adicionales a lo esperado. Tampoco apoyos políticos explícitos a referentes territoriales de cara a las elecciones legislativas. Sin embargo, el desembarco de CFK en Alvear no pasó desapercibido: hizo una contundente argumentación defendiendo el rol del Estado en tiempos de crisis laborales, como así también del modelo económico y político iniciado en mayo de 2003.

Tras arribar al aeropuerto de Fisherton, la Presidenta se dirigió en helicóptero a GM junto al gobernador Binner. Cristina llegó a la región acompañada por los ministros Florencio Randazzo (Interior), Carlos Tomada (Trabajo) y Débora Giorgi (Producción), además del director ejecutivo de la Anses, Amado Boudou. En la fábrica la esperaban referentes K de la región encabezados por el presidente de la bancada oficialista en Diputados, Agustín Rossi. También estaban el intendente Miguel Lifschitz, el de Alvear, Oscar Montagni y militantes del FpV. En el extenso playón no había un sólo reutemista ni obeidista.

Ante un auditorio "copado" por los trabajadores de la planta, el presidente de la General Motors en Argentina, Edgard Lourencón recordó que el anuncio de la inversión ahora efectivizada fue realizado dos años atrás junto al entonces presidente Néstor Kirchner. "Fue un proceso muy difícil", admitió en alusión a la crisis financiera internacional que afectó a la casa matriz de GM. El empresario reconoció que el apoyo del gobierno argentino a través del financiamiento de la Ansés "fue clave". El nuevo modelo será destinado en un 80 por ciento a la exportación.

Para Binner el momento que está viviendo la provincia "es importantísimo porque nos permite seguir pensado que a pesar de la situación que estamos viviendo con esta crisis internacional tan aguda, tenemos manifestaciones muy claras de que hay voluntad para salir adelante". Y mencionó lo ocurrido en "Paraná Metal y Mahle, donde los trabajadores supieron defender con dignidad lo que otros, que vinieron a hacer negocios, no hicieron".

Sobre el final de su discurso, el gobernador no se privó de enviarle un mensaje directo al kirchnerismo: "Necesitamos algunos factores imprescindibles: diálogo franco entre los ministerios de la Producción y de Trabajo de Santa Fe y de la Nación, para buscar siempre una solución amigable a los problemas".

La Presidenta también recordó la fecha en que se había anunciado la inversión ahora efectivizada para remarcar que "algunas cosas han cambiado en estos dos años. El mundo de aquel 19 de julio de 2007 era un mundo totalmente diferente al que tenemos hoy, otros paradigmas, otros ejes se planteaban desde la política y desde la economía, como la no intervención del Estado y el manejo del mercado sin ningún tipo de control. Hoy, a dos años estamos en un mundo diametralmente opuesto".

En esa línea, remarcó que días atrás el gobierno norteamericano adquirió el 60 por ciento de las acciones de GM. "Nosotros no llegamos tan lejos como Obama pero seguimos con la misma idea, venimos, como siempre lo hicimos, a cumplir con el rol que le asignamos al Estado, que es promover, sostener y generar la actividad económica para seguir sosteniendo el nivel de empleo y a nuestros trabajadores".

Fue allí que la Presidenta aludió directamente al entendimiento alcanzado con GM a través de la Anses. "Lo hemos podido hacer porque el Estado ha recuperado la administración de los recursos de los trabajadores. El acuerdo es conveniente no sólo porque se lo haga en buenas condiciones de rentabilidad financiera, sino porque va a sostener una fuente laboral de 2500 trabajadores altamente calificados", explicó para después aseverar que en promedio los empleados de la GM local ganaban 4500 pesos. Pero los trabajadores se encargaron de contradecir a la mandataria con un murmullo inicial que devino en cierto griterío. "Bueno, es lo que me informaron al llegar. Reclamen mejoras en las convenciones colectivas de trabajo", se defendió CFK. Un estrenduoso aplauso del personal avaló la sugerencia presidencial.

"El mundo cambió, pero nosotros seguimos siendo los mismos", remató Cristina aludiendo a paradigmas caídos e ideas propias sostenidas en el tiempo.